El humilde Viacrucis del Perdón potencia el valor de lo auténtico
No es esta noche un acto de grandes concentraciones en San Francisco De la Vega. Puede hacer en este momento apenas cien personas en el templo. Pro todas están orgullosas de su parroquia y cabrán más catorce estaciones con ánimo decidido.
El Viacrucis del Perdón es la expresión manifiesta de la fe de un barrio y el triunfo de la cofradía de las túnicas pardas.
Suenan la carraca, la corneta y el tambor destemplado al fondo de la Iglesia mientras el abad, José María Urdiales pasa revista a la catorce estaciones. Fuera en la calle, apenas hay tráfico. No ocurre lo mismo en el centro, un hervidero a estas horas.