León adecenta la calle Ancha a días de la Semana Santa
A la primavera en León no la anuncian, ya tanto la subida de temperaturas y la inestabilidad atmosférica como las obras en la calle Ancha. Apenas a dos semanas del comienzo de la Semana Santa, los operarios del contrato de privatización del mantenimiento de la ciudad empezaron este jueves a afanarse en la reparación de las losas movidas que bailan en la arteria principal de comunicación que divide el casco histórico del barrio Romántico.
Muchas de ellas acumulan meses de inestabilidad y sorpresas para los peatones cuando llueve, pero ahora, con el turismo que se anuncia a la puerta, el Ayuntamiento de la capital leonesa ha encargado a las brigadas de la empresa concesionaria que se apliquen a fondo para adecentar el estado de uno de los escaparates de la ciudad en la época de más movimiento concentrado.
La imagen, que antes también era habitual encontrarse en la avenida Ordoño hasta que peatonalización cambio los adoquines por una plancha de hormigón rematada con pintura de colores, enmarca el paso de la estación invernal a la primavera. Los trabajadores han empezado por levantar un paño entero del adoquinado en el cruce de la calle Ancha con Ruiz de Salazar, justo delante de la puerta del Palacio de los Guzmanes. Una vez limpio y asentado el terreno, volverán a colocar los elementos para intentar que no se muevan y continuarán en los próximos días con la revisión de todo el vial y el entorno del casco histórico, en el que se suceden más tramos defectuosos, tanto por los que discurrirán las procesiones de Semana Santa como los que forman parte de los itinerarios turísticos más frecuentes.
Los daños se apuntan como consecuencia sobre todo del trasiego de tráfico pesado que atraviesa por esta puerta para abastecer a los establecimientos de hostelería del Húmedo y el Romántico. Pero además, acumula el desgaste del parcheo continuo que, sin falta, cada año, se hace para intentar que no termine por desmontarse el adoquinado. Aunque, en poco más de un año, los operarios de la contrata tendrán que volver a remendar los paños.
La falta de una solución definitiva condena al Ayuntamiento de León a tener que repetir las labores y asumir los costes de las intervenciones cada año antes de la entrada de la primavera y con la Semana Santa en el horizonte. La factura se apunta dentro del contrato de mantenimiento de la ciudad. Este servicio, privatizado por el socialista José Antonio Diez, cuenta con una partida de 3,5 millones de euros anuales fijos para labores de arreglo y ejecución de proyectos. Pero a mayores dispone de la posibilidad de aumentar en un 20% el total del presupuesto. Pese a que el compromiso se firmó para cuatro años, el alcalde ya ha agotado en los tres primeros, a las puertas de las elecciones municipales, esta bolsa extra de gasto.