Genarín vuelve a las calles de León, con un nuevo recorrido
La cofradía, tras tres años de parón por el covid, retoma la procesión
La procesión de Genarín reventará las costuras del casco histórico de León. JESÚS F. SALVADORES
Para seguir los pasos del santo, la cofradía de Genarín retomará este Jueves Santos, después de tres años sin salir por la pandemia , la procesión pagana que ensalza la leyenda del canalla pellejero.
Este 6 de abril, los cofrades y penitentes retomarán el ritual que sólo ha tenido dos paréntesis desde su inicio en 1930: el que marcó la prohibición del gobernador franquista desde 1957 hasta 1978 y el impuesto por el covid y las cautelas de la cofradía desde 2020 a 2023.
Genaro Blanco Blanco volverá a la calle, pero con un recorrido modificado que no terminará en la carretera de Los Cubos, donde el camión de la basura atropelló al santo, sino frente a las escaleras del Archivo.
Pero no sólo habrá cambios en el final del itinerario, donde las obras de reurbanización impiden que el hermano escalador pueda subir a dejar la ofrenda de la corona de flores, el orujo, el queso y una naranja.
La procesión del Entierro de Genarín no comenzará en la plaza del Grano. Para no dañar la zona, la cofradía apuesta por dejar el camión en Puerta Moneda para arrancar desde ahí, alrededor de las 00.00 horas, con las imágenes: Genarín, La Moncha, en homenaje a la prostituta a la que visitaba el santo en la cercana calle de Apalpacoños, hoy Don Gutierre, y la Cuba. A hombro irán los tres tallas satíricas, acompañadas por la Muerte y los cuatro cabezudos en los que se reconocen los cuatro evangelistas de la historia de Genaro Blanco: Francisco Pérez Herrero, Luis Rico, Nicolás Pérez 'Porreto' y Eulogio 'el Gafas'. Detrás, delante y a los lados, se citará la legión de cerca de 20.000 personas que cada noche de Jueves Santos, hasta el covid, revientan las costuras del casco histórico.
La comitiva entrará por Herreros, girará a la derecha en Capilla y, ante el crucero que hay a la espalda de la Iglesia del Mercado, pararán para leer los primeros versos. La intención, como explica el abad, Maxi Barthe, pasa por no saturar la plaza del Grano, sin siquiera asomarse a la esquina del Barranco, donde estuvo la taberna del Perrito en la que abrevaba Genarín, sino en salir por Juan II para ascender por Fernández Cardórniga hasta la plaza de San Martín, también conocida como de las tiendas, aunque apenas quede una.
Desde ahí no habrá novedad. La comitiva saldrá de la plaza por Plegaria y torcerá en Platerías para enlazar con Cardiles y desviarse en la Paloma. En ese punto, la cofradía cumplirá con otro de los ritos: recorrer los 30 pasos de la calle La Sal "ni uno menos, ni uno más", y asomarse a la placa en la que la efigie de Pérez Herrero relata la historia. Esos mismos 30 pasos, "ni uno menos, ni uno más" de la calle de La Sal los desandará Genarín para volver a La Paloma como puerta de entrada a la plaza de Regla, otro de los foros para la lectura de los versos burlescos.
La procesión no acabrá frente a los Cubos de la muralla, sino en Puerta Castillo. JESÚS F. SALVADORES
La Catedral quedará atrás cuando entren por la Canóniga Vieja, hoy llamada Cardenal Landázuri, hasta rebasar el codo de la calle en el que se acunan las Clarisas, enfocar por Convento, atravesar la plaza del Vizconde, salir a Serranos y avistar el Arco de la Cárcel. Pero la cofradía no lo cruzará. Intramuros, en las escaleras de la vieja cárcel, se escenificará el rito final de homenaje al pellejero.