Genarín obliga a vallar el unicornio de Arroyo

Para que el ejemplo del santo pellejero y sus costumbres pródigas en orujo no animen a ninguno de sus seguidores a escalar la grúa del monumento del unicornio de Eduardo Arroyo, los operarios municipales han empezado este miércoles a colocar vallas de protección en el entorno de Puerta Castillo. Ya se sabe que Genarín hizo milagros, pero no se quiere ponerle a prueba.

Después de tres años sin procesión, no hará falta este año que el hermano colgador de la cofradía suba la muralla para depositar la corona de flores, el orujo, el queso y una naranja: la dieta del santo. La ceremonia no se celebrará en su lugar habitual, donde las obras de peatonalización mantienen cortada todavía la calle Carreras. Con este condicionante, los cofrades de Genarín han decidido que la procesión terminará en las escaleras de la antigua cárcel en la madrugada del jueves al viernes. 

Los cambios también afectarán a la salida. La plaza del Grano no servirá de arranque como en anteriores ocasiones. Para no dañar el empedrado de la zona, la cofradía ha decidido partir desde Puerta Moneda y atravesar la plaza por detrás del crucero que hay a la espalda de la iglesia. Desde ahí, saldrá por Juan II para subir por Fernández Cardórniga, atravesar la plaza de San Martín, entrar en Plegaria y encaminarse por Cardiles hasta el cruce con la calle La Sal, donde harán la ofrenda bajo la placa de Pérez Herrero, uno de los cuatro evangelistas. Sin demora, se encaminarán por la Paloma para llegar a la plaza de Regla, tomar la salida de Cardenal Landázuri y, Convento y plazoleta del Vizconde mediante, arribar delante del Arco de la Cárcel.