Con Siete Palabras se hace también un diccionario

Recorrida de atrás a adelante, la procesión de Las Siete Palabras resulta también maratoniana. En Diputación, la representación de las cofradías. En la muralla del Cid, público por todas partes. Colgado. Como los gatos. Cierra el cotejo la Séptima Palabra, el Cristo de la Agonía. Al de los Balderas le corresponde el honor de acabar el grupo con una hilera inmensa de capas tricolores. Luego la Sexta, el Cristo de La Sangre y la Quinta, el Santísimo Cristo de la Sed. Se le reconoce porque el romano le acerca un hisopo.

Unas cuantas horquetas antes y ya en las inmediaciones de la Audiencia Provincial camina la Cuarta Palabra,, el Santísimo Cristo del Desamparo y Buen Amor. El mismo que tienen las numerosas madres que portan carritos a los lados de la procesión. No todos los bebés han hecho el mismo voto de silencio que los hermanos.

La Tercera Palabra es más conocida,  es el Cristo de la Entrega. Le antecede la Segunda Palabra, el Cristo de la Misericordia. Y abre cortejo la Primera Palabra con su romano nuevo, el Santísimo Cristo de las Siete Palabras.

Pero más adelante aún quedan protagonistas fundamentales: los caballos que dieron nombre al Pregón de ayer. Todos van camino de San Marcelo. Pero la tarde es larga aún...

León sigue siendo un hervidero en los bares y las terrazas. No cabe un alma más.