León recupera por fin el punto de Encuentro

La cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno sentó este Viernes Santo las bases para acercarse y mucho a la procesión perfecta de Los Pasos y al tipo de cortejo del futuro. Hizo una demostración de agilidad en la salida (solo truncado por una inoportuna avería mecánica), repitió el ejercicio en la vuelta, desarrolló un acto del Encuentro que nunca será del gusto de todos pero que se aceró bastante al placet de la mayoría y disfrutó de las excelencias de una climatología al gusto del público (no tanto de los braceros, pero para eso hacen penitencia).

Si el objetivo es oxigenar el Santo Entierro y acabar antes por la mañana para dar más tiempo de recuperación a la tarde, ahora la pelota está en el tejado de Angustias y Minerva que deben recoger el guante.

De la salida del primer paso a las 7.16 horas (0º de temperatura) a la llegada a la plaza Mayor  apenas pasaron 90 minutos. Del regreso del descanso de mediodía a la finalización del desfile para la cabeza, 140 minutos aproximadamente. Con un aditamento: de no haber surgido un problema con una de las varas del paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno, es probable que todos los conjuntos escultóricos hubieran estado en el Ayuntamiento Viejo antes de las 9.30 horas

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Restañadas con hechos las opiniones del pasado, solo resta sacar conclusiones positivas. Se le puede dar una vuelta a la solución para el público que ve El Encuentro gratis pero al que en buena parte, los pasos tapan la visión. 

No parece que se generasen problemas de seguridad más allá de los hipotéticos, pero sí merece un tirón de orejas el sector de braceros que abandonó sus pasos en la espera a la llegada de los protagonistas del acto central (eso sí que lo habían advertido los defensores de la fórmula del año pasado).

Da la sensación de que lucía más la fórmula de ligar sin pausa la marcha de ‘La Dolorosa’ con ‘Orando al cielo’ y en eso la Agrupación Musical, que bordó tres marchas antológicas en 2022 para la llegada del titular a la plaza Mayor, tiene recursos y conocimientos de sobra que utilizará a buen seguro. Sobresaliente para el público y para los turistas. Apenas quedó un hueco libre en todo el recorrido. Se vieron oraciones improvisadas y jóvenes presignándose de forma espontánea. También hubo quien disfrutó de limonadas y tallas a la vez y entre los detalles inadvertidos para una gran mayoría, la terraza de Banco Sabadell Herrero repleta de papones de balcón, una nueva figura de la Semana Santa.

¿La procesión? Un calvario en el Cid, en Independencia y La Rúa. Túnicas adentro, la sensación térmica pudo ser de 35º perfectamente con el sol pegando de lleno. Haber elegido muerte. Los años de lluvia, la queja es por razones menos positivas.  Una integrante de la Agrupación Musical del Gran Poder, que sufrió un desvanecimiento cerca de la gasolinera de San Francisco a la vuelta y tuvo que ser reanimada por efectivos de Protección Civil.

Dijo en el sermón Luis García, abad de la Colegiata de San Isidoro: «Acordáos de los Pedros, los Lázaros y los Judas». Eso.