CORULLón cumplió con la pasión viviente tras el covid
Este año sí pudo ser y la pandemia del Covid no lo impidió. Después de años difíciles, Corullón volvió a representar la Pasión Viviente, una de las señas de identidad de la Semana Santa de la Comarca desde que a los vecinos se les ocurriera escenificar las escenas del prendimiento y la crucifixión de Jesús. Llevan cumpliendo con esa tradición desde 1990. La última edición fue la anterior a la pandemia.
Pero esta vez, de nuevo el vecino Borja Ares fue el que representó a Jesucristo en la Cruz. Una treintena de vecinos pusieron en escena la representación bíblica, desde la Última Cena a la Crucifixión de Jesucristo. Todo se escenificó desde el prado de Perejón hasta la iglesia de San Miguel, donde se colocó una cruz habilitada para que las manos de Borja encajasem en unos asideros. | dl