Resurrección sin el luto de la Morenica
Ponferrada dejó atrás la oscuridad para dar paso a la luz como colofón de la Semana Santa
Se acabó la Pasión de Cristo, se acabó la tristeza. Llegó la luz y la celebración de la Resurrección. Ponferrada celebró ayer el Domingo de Resurrección por todo lo alto. Y lo hizo como manda la tradición, con la querida ‘Morenica’ Virgen de la Encina procesionando por las calles del casco histórico de la ciudad y la retirada del luto de la Virgen en la plaza del Ayuntamiento, frente al consistorio.
La Procesión de Resurrección salía a media mañana de la basílica de Nuestra Señora de la Encina, organizado por la Real Hermandad de Jesús Nazareno y la Asociación de Nuestra Señora de la Encina. Procesionó con gran fervor y multitud de asistentes (debido al buen tiempo y a que se acabó la pandemia y la gente tiene ganas de salir y disfrutar) laimagen de Nuestra Señora de la Encina y también el Santísimo Sacramento.
La Morenica procesionó desde la iglesia de San Andrés, siguiendo la calle Gil y Carrasco, la plaza de la Encina, la calle del Reloj para terminar en la plaza del Ayuntamiento, acompañada por señoras con mantilla blanca o negra y el resto de fieles.
El Santísimo Sacramento salía de la basílica de la Encina por la calle Paraisín, Cruz de Miranda, Jardines y confluir también en el encuentro con la Virgen en la plaza del Ayuntamiento. Con el Santísimo iban los nazarenos de túnica blanca, ya sin pucho.
El acto emotivo tenía lugar como marca la tradición con la retirada del velo negro que cubría el rostro de la Virgen de la Encina. Fue el acto central del Domingo de Resurrección y el que señalaba el final de la Semana Santa en Ponferrada.
La Morenica entró en la plaza repleta de fieles a hombros de nazarenos.
Acto seguido se cumplía como cada año con el rito de la retirada del velo a la Virgen en medio del fervor popular. Fue en el Solemne Encuentro Pascual. A continuación la ciudad retumbó con el lanzamiento de bombas y se hicieron sonar las campanas para proclamar la resurrección de Jesucristo. Tras la retirada del luto, los dos pasos volvieron juntos hacia la Basílica de la Encina para celebrar la misa de Domingo de Resurrección.