Genarín salta a la gran pantalla

Genarín se reinventa. La procesión del santo pellejero volverá a la muralla en la calle Carreras, después de los dos últimos años de obras. Pero, con la nueva urbanización del entorno, en la que se ha dejado un pequeño foso que muestra la cimentación de los cubos que fueron demolidos a comienzos del siglo XX, obliga a cambiar el cierre de la procesión. 

Se recuperará la escena del hermano colgador, encargado de trepar por los cantos de la fortificación para colocar la ofrenda de la corona, las naranjas, el vino y el orujo, pero no con las miles de personas asomadas debajo, lo que podría provocar problemas por la masificación y caídas a la zona inferior del entorno.

El rito del ascenso a la muralla, al pie de la cual fue arrollado el santo pellejero por la Bonifacia, el primer camión de la basura que hubo en León, se proyectará en una pantalla gigante que se colocará en las escaleras del Archivo Histórico. El entorno de Puerta Castillo, con más espacio y menos peligro, enmarcará de nuevo el lugar de reunión final de la procesión como ya sucedió el pasado año por primera vez.

 Este Jueves Santo, 28 de marzo, este escenario congregará el cierre de una comitiva nacida de la irreverencia de los cuatro evangelistas: Francisco Pérez Herrero, Luis Rico, Nicolás Pérez 'Porreto' y Eulogio 'el Gafas, mantenida desde 1930, aunque con dos pausas: la de retada por el franquismo entre 1957 y 1978 y la impuesta por las restricciones del covid desde 2020 a 2022.

Conservar la originalidad

El planteamiento de la cofradía busca la seguridad de la celebración de una fiesta que suele tender al desmadre, pero que desde la organización quiere conservar la originalidad de los ritos. La procesión, utilizada como excusa para un macrobotellón que congrega a cerca de 20.000 personas en la ciudad, mantendrá este año el mismo punto de partida que ya estrenó en abril de 2022. La comitiva partirá desde Puerta Moneda, alrededor de las 00.00 horas, y enfilará la calle Herreros hasta Capilla para acceder a la plaza del Grano. 

En este enclave referente se harán dos altos con significado: el primero ante la cruz de la parte trasera de la Iglesia, donde se leerán los primeros versos, y la segunda a las puertas del Barranco o Apalpacoños, hoy conocida como calle Don Gutiérrez, donde estaba la taberna el Perrito en la que comenzaba el deambular alcohólico del pellejero y en la que, escaleras arriba, se hallaba la casa de la Moncha, la prostituta con la que se encamaba Genarín.

Los pasos, con Genarín, La Moncha, la Cuba y la Muerte, junto a los cabezudos que representan a los cuatro evangelistas, saldrán por Juan II para ascender por Fernández Cardórniga, donde Mundi, reabrirá por un rato la puerta del Infierno para dar a los cofrades pastas y orujo, antes de que sigan hasta la plaza de San Martín, la atraviesen y encaren Platerías, Plegaria mediante, para llegar Cardiles y desviarse en la Paloma.

En esta encrucijada se hará un nuevo alto para cumplir con otro de los protocolos que manda la tradición: atravesar La Sal para asomarse bajo la plaza de Pérez Herrero y contar los 30 pasos, "ni uno menos, ni uno más", como entona el verso de este rincón del casco histórico.

Más versos

Sin más pausa, se llegará la plaza de Regla, frente a la Catedral, que dará escenario para la lectura de más versos con la historia del santo pellejero. No quedará ya mucho. La procesión entrará por la calle que en tiempos de Genarín se conocía por Canóniga Vieja y hoy responde al nombre de Cardenal Landázuri, rebasará el convento de las Clarisas, trazará Convento, pisará Serranos y desembocará por fin en el Arco de la Cárcel. En este foro, con las escaleras de la antigua prisión como púlpito, se recitarán los versos burlescos ganadores del concurso anual. Esa encíclica dará pie para que el hermano colgador cumpla con su labor y los miles de asistentes puedan disfrutarlo desde la pantalla gigante.