Dejad que se acerquen a mí
La carencia de monaguillos lleva a buscar niños a cuyas familias se les ofrece la carta de pago gratuita para incentivar las nuevas aulas
El manido argumento del relevo generacional que cuelga siempre amenazante sobre la Semana Santa de León, y por ende, también de las del resto del país, cobra fuerza estos días con el anuncio publicado por cofradías que buscan incorporar monaguillos y manolas a su listado de hermanos actuales.
Ya no se trata de evaluar el estado de las listas de los suplentes, muy numerosas, en algunos casos y más exiguas en otros. Es encender la alarma en apartados que resultan esenciales para el buen desarrollo de la procesión y que empiezan a pasar por dificultades.
La cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno, por ejemplo, acepta que los nuevos monaguillos no sean ni siquiera hermanos de la penitencial. Para ello ofrece como acicate la posibilidad de obtener una carta de pago gratuita para engarzar a nuevos acólitos, de cara al futuro y a familias que puedan sumarse al mundo de la Pasión.
Similares argumentos concurren en otras cofradías como Angustias que buscan incorporar manolas a sus filas, la posibilidad de que las hermanas se incorporen a la puja, en determinados pasos y en determinadas condiciones, reduce en algunas de las cofradías la nómina de mujeres que acompañan a los pasos vestidas con peineta y mantilla.
No obstante, en otras cofradías, sí que existe un cuerpo de féminas especialmente nutrido y aquí las circunstancias van cambiando de forma paulatina. Minerva tiene menos problemas en cualquiera de los dos sentidos, porque parece que por el momento los listados están cubiertos, pero para Santamarta, se hace siempre perenne la necesidad de ampliar miras y en ese sentido los Galileos han sido una novedad destacada en los últimos años, que a buen seguro se volverán a repetir en el presente ejercicio. Se trata de niños que portan algunos de los útiles que se utilizan de forma destacada en la procesión.