San Isidoro contempló la disciplina y devoción de Jesús de la Esperanza y la Piedad
Pese a la fina lluvia de ayer por la tarde, la cofradía de Nuestro Padre Jesús Sacramentado y María Santísima de la Piedad, con unos trescientos hermanos, salió ayer a procesionar las imágenes de Nuestro Padre Jesús de la Esperanza y una talla anónima de una Piedad que dice datarse del siglo XVI y que sustituye a Nuestra Señora de los Reyes. El autor de la talla sustituida, Melchor Gutiérrez San Martín, mantuvo una polémica con los dirigentes de la hermandad de cofrades, a los que retiró el año pasado el permiso para procesionarla. El escultor talló el cristo yaciente de Jesús de la Esperanza, que abre el paso en la procesión de ayer y a la que da nombre, que es propiedad de la cofradía. La hermandad compuesta por hombres y mujeres pretende destacarse por una férrea disciplina a la hora de procesionar. Eso se nota sobre todo en la salida de los pasos de la puerta trasera del claustro de San Isidoro, cuya maniobra requiere de una coordinación muy ajustada para evitar daños en los tronos de los mismos. El año pasado, por ejemplo, el trono de la figura de Jesús de la Esperanza, chocó contra el portalón provocando un crujido estremecedor entre el silencio en que se produce la maniobra. Las mujeres, encargadas de pujar el paso de la Piedad, todavía lo tuvieron más complicado, ya que el trono es más ancho y tuvieron que salir un poco escoradas hacia la izquierda para evitar daños en el mismo. A los dos pasos les acompañaban la banda del Cristo de la Victoria -que demostró un año más cómo se debe vestir un acto de estas características con una excepcional interpretación de música procesional- y la banda de música de las siete palabras -que obsequió a los presentes con el himno de España una vez las braceras sortearon la puerta de la salida del claustro-. En la plaza de San Isidoro los dos pasos rindieron pleitesía al titular de la basílica y la Coral Isidoriana cantó un miserere al cristo yaciente y una canción dolorosa a la Piedad mientras los cofrades que los pujaban los bailaban ligeramente, con el sentimiento contenido que esperan contemplar los leoneses. La procesión sin demasiados problemas, según fuentes de la policía local, salvo la preocupación constante por la fina lluvia y su efecto sobre las tallas. Devoción y disciplina resumen la salida de ayer. Como ha de hacerse.