Serias amenazas de los hosteleros por el abandono de la calle la Sal El gremio hotelero tiene garantizada ya la reserva de 24.000 pernoctaciones para la Semana Santa
LEÓN.A. Caballero Redacción Bajo el raso de los tronos de las Vírgenes y a la sombra de las cruces en ascenso de los Nazarenos, se solaza el negocio del tiempo libre agarrado de la mano del folclore, que estira los beneficios para dar aire a los presupuestos. En esta Semana de Pasión, el tercer sector acompasa su ritmo a los tambores que marcan las máquinas registradoras al paso ceremonioso de los turistas, impenitentes en su cita con las tradiciones. Las fechas previas a la llegada de los días grandes de la Semana Santa (sobretodo jueves y viernes) albergan la lucha de las cifras cruzadas de los organismos oficiales y los hosteleros. Mientras los primeros desmienten la bonanza de los porcentajes dados por la Junta de Castilla y de León, de la que aseguran que sabe que el 25 de mayo se acerca y las urnas son muy golosas, el gobierno autonómico se parapeta detrás del carácter estimativo de su muestra. El problema radica en que si públicamente se dice que la mayoría de las habitaciones ya tienen dueño, el posible demandante de hospedaje cesa en su empeño y busca otro destino. Y el término medio, no luce escaparate. Atentos a las cifras que ofrecían ayer las instalaciones hoteleras, agrupadas bajo la consulta de la Federación Leonesa de Empresarios (Fele), la muestra refrendaba que las reservas no rebasan la cota de capacidad. El máximo registro de entradas, según este estudio, se alcanzará en la noche del viernes al sábado santo, con un 88% de tasa de ocupación en la capital leonesa, un 100% en Ponferrada y la misma cifra para Astorga. Precisamente es la capital maragata, que cuelga el cartel de no hay habitaciones desde el miércoles hasta el sábado, la zona más agraciada por la llegada de la Semana Santa, aunque también hay que tener en cuenta la reducida oferta. Situadas las previsiones en el marco que ofrece el año 2002, se espera que tan sólo haya un descenso del 5% en León y que tanto Ponferrada como Astorga conserven las cifras alcanzadas en el precedente más cercano. Lo más constatable lo aporataba el gobierno autonómico, tras un muestreo efectuado en 600 establecimientos. Esta consulta aseguraba casi 24.000 pernoctaciones con confirmación. De todos modos, la cifra ascenderá considerablemente dado el lapso de tiempo transcurrido. Entre las causas más recurridas para justificar la bajada de turistas en estas fechas, los profesionales del sector acuden a la inestabilidad del conflicto bélico. Como apoyo para este argumento vale la sentencia del secretario de Estado de Comercio y Turismo, Juan Costa, que esta pasada semana auguraba un descenso de entre el 10% y el 15% con respecto al año pasado. Al margen de los números de la ocupación hotelera, también hay que reflejar los turistas que, pese a no pernoctar, generarán rendimientos y cuya cifra es difícil baremar de manera precisa. Resignados al marco social del momento, los operadores turísticos han decidido rebajar sus pretensiones para enganchar a los reticentes a un carro que amenazaba con portar mucho aire. Pese a esta reticencia general, la provincia leonesa sigue albergando el mismo perfil turístico: catalanes, madrileños, vascos y valencianos, todos ellos con una media de edad superior a los 40 años. Con la cuaresma ya olvidada, los empresarios del sector turístico, conscientes de las bazas que les toca jugar en una zona de interior para rentabilizar sus negocios, se frotan las manos mientras se encomiendan encarecidamente al tercer mandamiento.