La Dolorosa, un momento emotivo

Uno de los momentos más emotivos de todo el periplo pasional leonés tendrá lugar hoy a partir de las ocho de la tarde con el inicio de la procesión de La Dolorosa. El cortejo arrancará de la iglesia del Mercado, también conocida como Santa María del Camino, al corresponder su ubicación a la calle Herreros, inmersa en pleno camino de peregrinación una vez traspasada la muralla de la capital. Compartían el barrio con otros gremios asociados a distintos oficios como los monederos, campaneros, esmaltadores y orfebres hasta llegar a la conocida calle de la Rua, supuestamente bautizada por los caminantes francos. La procesión es organizada por la referida parroquia encontrándose al frente de la misma el ecónomo Enrique García Centeno y la Asociación de Braceros del Mercado. No corresponden a ningún tipo de cofradía penitencial uniéndoles sólo el vínculo afectivo sobre su pertenencia al barrio del Mercado. El traje en vez de túnica Otra característica que les diferencia con las hermandades tradicionales es que no procesionan con túnica, sino con traje oscuro y a cara descubierta, caso excepcional en las procesiones leonesas con la salvedad del Domingo de Pascua en la cofradía de Jesús Divino Obrero tras la suelta de palomas en la plaza de Regla como símbolo de la Resurrección de Cristo. La música del cortejo viene representada por la banda de cornetas y tambores de la cofradía de Minerva y Vera Cruz y la Banda del Dulce Nombre, conocida popularmente como «Jesús». La Junta de Seises de la cofradía de Nª Sª de las Angustias y Soledad acude en bloque a la procesión a consecuencia de la fuerte vinculación que existió entre la Orden de los Servitas --siervos de María- y el pretérito templo. Con la institución de ésta congregación el 31 de agosto de 1792, el culto a la imagen se incremento de forma espectacular. A consecuencia de ello la Dolorosa saldría a la calle con fines rogativos para paliar distintas adversidades que acaecían en la población leonesa. Desde epidemias de hambre como la sucedida en 1797 a consecuencia de la escasez de agua y falta de fertilidad del grano siendo sugerida la petición por los vecinos de San Pedro de la Puente del Castro. La peste fue otra de las plagas a las que tuvo que enfrentarse la imagen para aliviar a la población como sucedió el 23 de septiembre de 1804 trasladándose a la catedral donde permaneció cuatro días. En 1832 el motivo del traslado al templo catedralicio fue el cólera al igual que sucedió el 12 de agosto de 1855. Así, la sagrada talla, además de tener las consabidas connotaciones teológicas, se convirtió en un icono benefactor y profiláctico de la ciudad de León. Desde el punto de vista iconográfico la escultura tiene una doble visión. Por un lado es Dolorosa puesto que aparece con el corazón traspasado por los siete puñales. Siendo un tema muy recurrente en la imaginería barroca española como sucede con Pedro de Mena en las Descalzas Reales de Madrid o José Risueño en la Capilla Real de Granada. En el mismo período cronológico es tratado el segundo apéndice temático, el de Piedad, donde aparece el cuerpo de Jesús muerto en el regazo de la Virgen, siendo la más conocida la de Miguel Angel. Se le representa con los cuchillos que la laceran según la profecía del anciano Simeón en la presentación del niño en el templo : «...una espada atravesará tu alma...». La escultura La representación escultórica también es conocida como la Antigua pues siempre ha existido una cierta rivalidad temporal con su homónima de la localidad de la Virgen del Camino, patrona de la ciudad desde 1914, cuya tradición remonta la aparición al pastor Alvar Simón en 1505, mientras que la asentada en la plaza del Grano se circunscribe al siglo VI hallada tras un zarzal, de ahí el nombre de Antigua, durante muchas décadas también se la conocía como de la Zarza a raíz de su comparecencia casual. Otra denominación era el de la Morenica debido a la tonalidad oscura de en su rostro por el consumo incesante de velas dentro del recinto. A comienzos de la nueva centuria se efectúo una restauración de la talla con la restitución de la policromía original.