León y La Bañeza, de aniversario
Las cofradías de Jesús Divino Obrero, que celebra sus bodas de oro, y de Nuestro Padre Jesús Nazareno cumplen diez años desfilando juntas, en la unión de la Pasión capitalina y la provincial
Diez años se cumplen desde que se celebró la primera procesión de Hermandad, que en la actualidad organizan las cofradías de Jesús Divino Obrero, leonesa y que celebra sus bodas de oro, y de Nuestro Padre Jesús Nazareno, bañezana: un abrazo entre los desfiles de la capital y de la provincia en la que la imagen del Nazareno de Carmona -el de la hermandad bañezana-, muestra la categoría de otros desfiles que se conocen menos en una ciudad con Semana Santa de prestigio internacional. La Bañeza desplazó a la iglesia de Renueva, punto de partida del desfile, cinco autobuses. El Nazareno, paso que estrena la restauración de su trono, desfiló sobre 120 braceros, a los que acompañaron otros 150 hermanos de fila y 30 águedas. La Soledad, obra de Víctor de los Ríos de 1956, acompañó al imponente Cristo bañezano pujada por 80 braceros, con otros 200 papones, aproximadamente, y medio centenar de manolas. El desfile discurrió en parte por las calles que recorrieron en otro tiempo los hermanos del Divino Obrero. Las imágenes, acompañadas por representantes de ambos municipios, bailaron al son de las bandas de las cofradías y de la municipal de música de La Bañeza al llegar a la catedral. Los cambios de paso de los braceros y el balanceo de los pasos entusiasmaron al numeroso público congregado para contemplar esta procesión. La colaboración entre las cofradías volvió a triunfar.