Vía Crucis
Acto muy entrañable con un marcado sentido popular y de acercamiento a los fieles que asisten al evento. Organizado por la Cofradía de Nuestro Señor Jesús de la Redención. Consiste en la realización de las catorce estaciones, distribuidas alrededor de la plaza del Grano. Tanto la salida como la entrada viene marcada por los toques de difuntos del campanario de la iglesia del Mercado que efectúa un hermano de la orden. Se distribuyen los catorce estandartes, procedentes de una cesión de la Cofradía de Jesús Nazareno de Oviedo. Delante de cada uno de ellos se consuma una parada para hacer referencia a la consabida estación. Permanece presente en cada una de ellas el Cristo Crucificado presuntamente obra de Juan de Anchieta del siglo XVI. Talla manierista que a través de un acuerdo con instituciones penitenciarias puede ser disfrutada por todos los amantes del arte y de la Semana Santa, siendo una de las mejores piezas de cuantas procesionan. Los elementos musicales utilizados para la realización del Vía Crucis son la carraca y el tambor aumentando todavía más la sensación de misterio y aureola mágica de todo el entorno. En la misma línea de percepción visual se utilizan como iluminación hachones de vela y antorchas creando un pequeño microcosmos con una gran fuerza estética siendo presidido todo ello por la iglesia del Mercado.