Leoneses y turistas se dan cita en el casco antiguo para ver el desfile del Calvario

Pasaban pocos minutos de la hora prevista para el comienzo de la primera procesión de la tarde, la de Jesús Camino del Calvario, cuando las campanas del colegio Leonés anunciaban ya su salida. Y es que la lluvia caída durante buena parte de la mañana y de la tarde daba una pequeña tregua a última hora y permitió la salida de las procesiones programadas. La organizadora del desfile, la cofradía La Agonía de Nuestro Señor, fue la primera en aparecer, con todos sus miembros vestidos con túnicas de color morado y amarillo y, tras ellos, otros cofrades vestidos de negro y blanco en cuyo estandarte se podía leer su lugar de procedencia, Villamanín. La llegada del único paso que saca esta agrupación despertó el interés de cuantos se congregaron en las calles del casco antiguo de la capital leonesa. El Jesús del Vía Crucis apareció vestido con un llamativo manto dorado y rodeado de flores de vivos colores. En lugar de las tradicional cruz que suele llevar en la espalda a modo de penitencia, esta talla porta un gran palo transversal encima de los hombros. La imagen de Jesús de camino al calvario era mecida por los braceros al compás del repique de tambores y del sonido de las trompetas que tocaban los miembros de la cofradía Santa Marta y de la Sagrada Cena, todas ellas mujeres. En esta procesión, cuyas principales protagonistas -después de la imagen de Jesús- fueron las féminas, no faltaron las tradicionales manolas, así como varios miembros de otras agrupaciones que cerraban el paso.