Cerrar

Los asistentes aplaudieron al paso de María Santísima y San Juan

María del Dulce Nombre causó gran expectación entre los fieles

Se organizó un encuentro entre los cuatro pasos mientras se cantaba una emotiva saeta

Publicado por
Patricia Rovirosa - león
León

Creado:

Actualizado:

Miles de personas esperaban ayer desde las 6.30 de la tarde con gran expectación la procesión María al Pie de la Cruz de la Esperanza organizada por la cofradía de María del Dulce Nombre. El cortejo inició su marcha cerca de las 7.30 con repique de tambores y carracas por parte de las hermanas de fila más pequeñas, ataviadas con túnica negra y capillo verde. La cofradía, formada exclusivamente por mujeres contó con la colaboración de la banda musical del Dulce Nombre de Jesús, que participó en el cortejo con piezas perfectamente ejecutadas y con la del Santo Sepulcro y Esperanza de la Vida. La Cruz de madera con la corona de espinas abrió el camino al desfile de pasos que despertaron gran interés y curiosidad entre los asistentes. Un redoble de tambores anunció la llegada de Jesús consolando a las Mujeres de Jerusalén, última adquisición de la cofradía y que ya está prácticamente terminado, un fuerte olor a incienso impregnó el ambiente y sobre un trono cuajado de flores de todos los colores se alejó para dar paso a La Cruz Gloriosa, flanqueada por cuatro ángeles y pujada por 92 braceras. Esta obra fue realizada por José Ajenjo en el año 1992 y constituye una de las más representativas de la cofradía. Tras ella una composición formada por paños blancos y vasijas de agua portados por hermanas de la cofradía, este curioso paso recibe el nombre La Unción de Betanía. María del Dulce Nombre era uno de los Pasos más esperados, pujada por 98 braceras, es una réplica de la Virgen del Camino realizada en poliester y alumbrada por la tenue luz de los candiles trasmitió la esencia misma de la Semana Santa. Triste y desoladora imagen para una noche fría que se meció al son de la música de la cofradía del Santo Sepulcro y la Esperanza de la vida. Por último hizo su aparición entre los aplausos de los fieles María santísima del Dulce Nombre y San Juan Evangelista, más de 90 braceras pujaban por esta escultura. El manto de la Virgen despertó mucha expectación ya que está bordado en oro. Durante casi un año las hermanas de la cofradía se han dedicado por las noches a elaborarlo. Sobre las 10.00 tuvo lugar un encuentro entre los cuatro pasos y Pilar Navarro cantó una saeta, siendo éste uno de los momentos más emotivos. También se realizó una ofrenda floral en la parroquia de San Martín.