Las Bienaventuranzas «ordenan» al cielo que detenga la lluvia

A pesar de la amenaza de lluvia la cofradía del Santo Cristo de las Bienaventuranzas pudo salir del templo parroquial de San Claudio a primera hora de la mañana para realizar su recorrido por las calles leonesas. La procesión de las Bienaventuranzas tuvo en la Cruz de Guía la referencia protocolaria para la apertura del desfile. El paso de la Santa Cruz portado por los hermanos más jóvenes de la orden sirvió como prólogo de los diferentes pasos exhibidos, una Cruz latina con los brazos desiguales y distintos atributos alusivos a la Pasión del Señor componen su escenografía. Sin duda las mayores miradas de los espectadores recayeron sobre la recién estrenada obra de Jose Luis Casanova que representa iconográficamente a Jesús en una de sus caídas durante su trayecto en el Vía Crucis. El trono es sobrio con unos calados en los laterales representando leones rampantes y el símbolo de la cofradía en la parte trasera y delantera. Acompañó a la imagen la Banda de Cornetas y tambores de la cofradía Santo Cristo del Perdón que consiguió en numerosas ocasiones el reconocimiento del público. El Santo Cristo de la Bienaventuranza es una copia del Cristo titular de la cofradía realizada por Casanova en el año 2004, rindiéndole honores le acompañaba la Banda de la cofradía con gran entusiasmo y fervor. A continuación el paso ubicado en el cortejo fue La Piedad realizada por Ricardo Flecha Barrio en 1998, sin ninguna concesión hacia la belleza mostrando unos parámetros expresionistas, siendo una importante aportación al patrimonio leonés. El trono con pliegues, tono albero, y representaciones pictóricas sobre tabla es sin duda el más efectista de todos ellos. Las braceras portaron La Piedad bajo los magníficos acordes de la Banda de Cornetas y Tambores del Gran Poder. El paso fue pujado íntegramente por mujeres con una adecuada coordinación y cadencia inusitada en sus movimientos. Por último el cortejo lo cerró el paso de la Virgen de la Pasión, obra del mismo modo de Jose Luis Casanova realizado en el año 2001 siendo una imagen de pabellón o de vestir bajo palio. La Banda de Música de Mansilla de la Mulas fue la encargada de poner el broche de oro mediante sus acordes perfectamente medidos. En distintos puntos del itinerario los braceros levantaron el paso titular a mano alzada con la orden de «al cielo». La mañana de Jueves Santo irá ya siempre asociada a la Cofradía de la Bienaventuranza de forma solemne gracias a su buen hacer. A pesar de la amenaza de lluvia la cofradía del Santo Cristo de las Bienaventuranzas pudo salir del templo parroquial de San Claudio a primera hora de la mañana para realizar su recorrido por las calles leonesas. La procesión de las Bienaventuranzas tuvo en la Cruz de Guía la referencia protocolaria para la apertura del desfile. El paso de la Santa Cruz portado por los hermanos más jóvenes de la orden sirvió como prólogo de los diferentes pasos exhibidos, una Cruz latina con los brazos desiguales y distintos atributos alusivos a la Pasión del Señor componen su escenografía. Sin duda las mayores miradas de los espectadores recayeron sobre la recién estrenada obra de Jose Luis Casanova que representa iconográficamente a Jesús en una de sus caídas durante su trayecto en el Vía Crucis. El trono es sobrio con unos calados en los laterales representando leones rampantes y el símbolo de la cofradía en la parte trasera y delantera. Acompañó a la imagen la Banda de Cornetas y tambores de la cofradía Santo Cristo del Perdón que consiguió en numerosas ocasiones el reconocimiento del público. El Santo Cristo de la Bienaventuranza es una copia del Cristo titular de la cofradía realizada por Casanova en el año 2004, rindiéndole honores le acompañaba la Banda de la cofradía con gran entusiasmo y fervor. A continuación el paso ubicado en el cortejo fue La Piedad realizada por Ricardo Flecha Barrio en 1998, sin ninguna concesión hacia la belleza mostrando unos parámetros expresionistas, siendo una importante aportación al patrimonio leonés. El trono con pliegues, tono albero, y representaciones pictóricas sobre tabla es sin duda el más efectista de todos ellos. Las braceras portaron La Piedad bajo los magníficos acordes de la Banda de Cornetas y Tambores del Gran Poder. El paso fue pujado íntegramente por mujeres con una adecuada coordinación y cadencia inusitada en sus movimientos. Por último el cortejo lo cerró el paso de la Virgen de la Pasión, obra del mismo modo de Jose Luis Casanova realizado en el año 2001 siendo una imagen de pabellón o de vestir bajo palio. La Banda de Música de Mansilla de la Mulas fue la encargada de poner el broche de oro mediante sus acordes perfectamente medidos. En distintos puntos del itinerario los braceros levantaron el paso titular a mano alzada con la orden de «al cielo». La mañana de Jueves Santo irá ya siempre asociada a la Cofradía de la Bienaventuranza de forma solemne gracias a su buen hacer.