La periodista de Diario de León habló de la historia de Santa Marina y de personajes ilustres
Susana Vergara dio vida a otro tiempo en una emotiva Ronda Lírico Pasional
El Desenclavo rindió homenaje a Pastrana, pionero del acto y cronista oficial de León
La Ronda Lírico Pascional fue un emotivo acto realizado por la Cofradía Santo Cristo del Desenclavo en el cual se realizaron diferentes paradas en los lugares determinados por la orden. En la presente edición se rindió homenaje al pionero de los mantenedores de éste acontecimiento de marcado acento cultural, Luis Pastrana Giménez, realizando su intervención en 1994. Como tributo póstumo se decidió por parte de la cofradía añadir al apelativo de la Ronda el nombre de Luis Pastrana, historiador, escritor, cronista oficial de la ciudad de León y gran conocedor de sus tradiciones se convirtió por derecho propio en uno de los claros referentes de la Semana Santa leonesa. Los lugares elegidos para la Ronda del 2005 han sido los mismo que Pastrana realizó en sus alocuciones de 1994 con la incorporación de San Pelayo. La mantenedora elegida para la Ronda Lírico Pasional del 2005 ha sido Susana Vergara Pedreira, periodista de raza y gran conocedora de los entresijos de la Semana Santa de León. Su vocación periodística le ha llevado a altas cotas profesionales con numerosos premios y reconocimientos en el ámbito de la comunicación. Ha tenido el privilegio se ser la primera mujer que interviene como mantenedora de la Ronda Lírico Pasional. Durante el recorrido de la Ronda, Susana Vergara disertó sobre la historia de Santa Marina y personajes ilustres que se vincularon al recinto sagrado. En su alocución en las Clarisas llegadas de Gandía hizo memoria de la sobriedad de la ciudad en una mezcla de sentimiento y añoranza al margen de cualquier vínculo estremecido por la sombra de la arquitectura. Se asienta el convento sobre los milagros, el frío y el refugio de las mujeres perseguidas por la política. No podía faltar la referencia al cordón del Nazareno, la soga de esparto que iniciaría a la niña en el mundo de los hábitos. Las referencias en Puerta Castillo se concretan en avalanchas de gente, lugares de peregrinos, de trasiego, el conocido como Arco de la Cárcel. En San Isidoro, Vergara relato el arte de los reyes, la veneración del Panteón y alabó las primeras Cortes democráticas de 1188. Napoleón, sus tropas y los caballos asentados en túmulos reales fueron objeto de culto por parte de la mantenedora. Durante su alocución catedralicia plasmó verbalmente la casa de los cristales y las gentes asociadas a su historia. San Pelayo sirvió para poner un magnífico colofón a través de los vestigios romanos. Desde Luis Pastrana a Susana Vergara han pasado ilustres mantenedores.