Una hermandad tuvo que suspender su desfile y dos acortaron su itinerario habitual
La lluvia deslució en Astorga las procesiones del Viernes Santo
Pese a ello, miles de personas abarrotaron las calles para ver todos los recorridos
La lluvia jugó una mala pasada a las hermandades astorganas que procesionaron el Viernes Santo, la jornada con mayor número de desfiles de la Pasión. La cofradía de la Santa Vera Cruz y Confalón abrió los recorridos con su procesión Penitencial que discurrió sin problemas en la madrugada. El cortejo portó el Cristo Yacente en un tenebroso itinerario aderezado por el sonido de carracas y matracas que hizo estación en la capilla de San Esteban para el Enclavamiento. La real cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de la Soledad recreó después el Encuentro de la Virgen Dolorosa con el Nazareno -que estrenó un trono en madera y plata- precedido por la entrañable Carrera de San Juanín, en la que cuatro cofrades pujaron a toda velocidad la pequeña talla, recientemente restaurada, entre fervorosos aplausos del público. La procesión, que reunió diez pasos, hubo de recogerse con premura porque de regreso fue sorprendida por la lluvia. Peor suerte corrió el desfile de la cofradía del Bendito Cristo de los Afligidos, que, por el mismo motivo, no llegó a salir del barrio de San Andrés. Algunos de los braceros, desolados, señalaron que era la primera vez en treinta años que el Crucificado hubo de permanecer en su capilla. La Vera Cruz organizó por la tarde la procesión del Santo Entierro, que incluyó el Desenclavo, en la que participaron ocho pasos -entre ellos la Soledad que estrenó parte de la decoración de su palio y el san Pedro, que hizo lo propio con la segunda fase de las andas y parte de su candelería-. La hermandad acortó su recorrido por temor a la lluvia, que respetó, por apenas minutos, la procesión nocturna de la Soledad de la cofradía de Jesús Nazareno.