Diario de León

Por primera vez en veinte años la Virgen no salió del atrio para proteger su manto, de 1758 ASTORGA

La lluvia respetó el Encuentro durante la procesión del Resucitado

Numeroso público contempló el desfile, que acabó con el reparto de huevos de Pascua

Arriba, el Encuentro del Resucitado y la Virgen, y abajo el reparto de huevos de Pascua

Arriba, el Encuentro del Resucitado y la Virgen, y abajo el reparto de huevos de Pascua

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Maite Almanza - astorga
León

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La cofradía de la Santa Vera Cruz y Confalón cerró ayer la Semana Santa de Astorga con la procesión del Resucitado, que recorrió las calles de la ciudad mientras los hemanos y el público miraban al cielo. Una fina lluvia cayó de forma intermitente durante buena parte de la mañana, aunque se hizo especialmente intensa mientras la comitivia atendía la misa de Pascua, que presidió el Obispo, Camilo Lorenzo. Sin embargo, se detuvo cuando llegó el momento del Encuentro en el atrio entre el Cristo Resucitado -obra del primer tercio del siglo XVII realizada por Gregorio Español- y la Virgen del Amor Hermoso -pieza anónima de la segunda mitad del siglo XIX-. Numerosos fieles y curiosos ocuparon el atrio del templo para ver frente a frente ambas imágenes a los acordes del Himno Nacional interpretado por la banda de música, estampa que fue seguida de calurosos aplausos. Por primera vez en veinte años, desde que nació esta procesión, la Virgen del Amor Hermoso no acompañó al Resucitado desde la parroquia de Santa Marta en el alegre desfile que enfrenta ambas tallas durante un trecho del regreso. La inestable climatología hizo que la organización tomara esta decisión ante el temor de que la lluvia pudiese dañar el manto de la imagen mariana, realizado en oro y seda natural de color rosa en 1758 y donado por la reina Isabel II. La Urna para el Yacente La comitiva, que regresó sin problemas a la capilla de la Vera Cruz, incluía la Urna para el Cristo Yacente -realizada en madera dorada y cristal en 1764 por Joaquín García y dorada en ese mismo año-, que desfilaba descubierta y sólo ocupada por el sudario, como símbolo de la Resurrección de Jesús, así como las representaciones del resto de cofradías penitenciales de la ciudad con sus estandartes. La banda municipal, la corporación y el resto de autoridades, así como la banda de cornetas y tambores de la cofradía -que permanece en reorganización y mantiene abierto el plazo para nuevas inscripciones- completaron el cortejo. La hermandad instituyó este año el reparto de huevos de Pascua -doscientos en total- entre los niños vestidos de cofrades que participaron en la procesión, que completó con la distribución de los Aleluyas dedicados al Resucitado.

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