El Crucificado procesionó con 40 braceras por las calles de Astorga
La cofradía Damas de la Virgen de La Piedad de Astorga desafió anoche al mal tiempo para iniciar un via crucis planteado con un recorrido ligeramente más largo que el de años anteriores, con el fin de dar mayor vistosidad al rezo de las quince estaciones que terminan con la Resurrección de Cristo. La única hermandad íntegramente femenina de Astorga retrasó su salida quince minutos debido a la lluvia que comenzó a caer justo en el momento previsto de inicio del desfile pero, al remitir aquélla, las cofrades decidieron abandonar el santuario de Nuestra Señora de Fátima para procesionar el Cristo Crucificado propiedad de dicho templo y realizado en pasta de madera por un autor anónimo a mediados del siglo XX. Unas cuarenta braceras portaron con fervor la imagen. Completaban el cortejo la cruz que abría el desfile y las velas que sustituían a los tradicionales ciriales y daban un toque de recogimiento al recorrido. Numerosas cofrades desfilaban en hilera junto al paso, al que también acompañaba un grupo de ocho músicos integrantes de la Banda Municipal de Música de Astorga, cuyas piezas contribuían a añadir dramatismo al itinerario. Muchos devotos no quisieron tampoco perderse el via crucis, preparado como viene siendo costumbre por un seminarista, y se sumaron al desfile una vez éste salía del santuario. Precisamente, la partida volvió a ser uno de los momentos más emotivos de la noche, que numerosos curiosos quisieron contemplar esperando en las calles cercanas al templo. El Cristo Crucificado volverá a recorrer las calles de la ciudad en la procesión titular de la cofradía, el lunes, pero acompañado de la Virgen de La Piedad.