Trono y manto nuevo para la Virgen

La lluvia que a lo largo del día de ayer se registró en la capital leonesa no impidió que una de las procesiones más emblemáticas de la Semana Santa leonesa, como es la de Nuestro Señor Jesús de la Redención, saliera a la calle y recorriera el itinerario previsto ante la mirada de cientos de espectadores que «rezaban» en la plaza del Grano porque el agua no obligara a suspender el recorrido procesional. Tal y como estaba previsto al igual que en años anteriores, aunque con un ligero retraso, tres golpes en la puerta del Convento de las MM Benedictinas (Carbajalas) dieron paso a la apertura de la puerta de este templo, saliendo los pasos procesionales y protagonizando uno de los momentos más emotivos de esta procesión. El Santo Cristo de la Redención, Nuestro Padre Jesús de la Misericordia y Nuestra Madre de la Divina Gracia salieron a hombros de cientos de braceros, junto con el resto de hermanos de la cofradía; esto, unido a las distintas interpretaciones musicales de tambores y trompetas de las bandas de música del Nazareno, Angustias y Soledad y Minerva y Veraruz, sirvieron para llevar a cabo una lograda representación de la pasión de Cristo, reviviendo el momento en el que Pilatos presenta a Cristo en el balcón antes de ser crucificado. Tal y como destacaba ayer el abad de la cofradía, Juan Carlos Paredes, se trata de una procesión en la que destacan tres momentos por su especial emotividad; «el inicio de la procesión con distintos actos penitenciarios, y las dos actuaciones de la coral, una ante la puerta de San Martín y otra en el regreso al templo de las Carbajalas». Los nuevos elementos Entre todos los elementos representativos, este año la cofradía de Nuestro Señor Jesús de la Redención incorporó un nuevo trono y manto para la virgen, junto con otras restauraciones que se han llevado a cabo en distintas partes de los pasos procesionales. A lo largo del itinerario procesional, que debido a la lluvia tuvo que recortarse y cuya duración fue de aproximadamente una hora, según los propios papones de la cofradía participaron activamente más de 800 personas, cuyo número de hermanos supera ya los 500. Por su parte, miembros de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Oviedo, que colaboraron en el acto, hicieron entrega de una cruz simbólica a los cofrades de la redención, que está previsto que siga participando en años posteriores.