Por segundo año consecutivo, la procesión del Cristo del Gran Poder se suspende a causa de la lluvia

La procesión organizada por la cofradía del Cristo del Gran Poder, tuvo que ser suspendida por segundo año consecutivo a causa de la lluvia, que empezó a caer con especial intensidad desde una hora y media antes de su inicio y no cesó hasta media hora después de que se determinara la suspensión. Javier González lloró amargamente a pesar del estruendoso aplauso que los cofrades le dedicaron en el momento en que no le quedó más remedio que anunciar públicamente la decisión de la anulación de la procesión, a la vista de las condiciones de meteorología en las que se movía la tarde. Así que la nueva figura de San Juan, recién presentada el mes pasado, se quedó sin estreno, a la espera de que la meteorología cambie la semana próxima. Y una centena de papones, pendientes de su primer desfile del año, regresaron a casa un tanto cabizbajos. Hubo quien quiso ponerle buena cara al mal tiempo: «Así me da tiempo a llegar al corro de lucha leonesa, que iba a perdérmelo». Tampoco pudo estrenar su primoroso manto la Virgen del Gran Poder, inmediatamente cubierta por los plásticos en cuanto se decretó la paralización de las actividades. Así que el patio de las Hermanas Trinitarias, de donde debía salir la comitiva, se convirtió en una decepción mayúscula. Por suerte, el programa depara una segunda oportunidad para el próximo Jueves Santo. Será si el tiempo no lo impide en esta oportunidad. Ya sería demasiada mala suerte.