Y la borriquilla salió a hombros

Uno de los momentos más esperados de toda la Semana Santa tuvo lugar ayer con la procesión de las Palmas. Un desfile procesional con los niños como protagonistas en la bendición de los ramos por parte del obispo. Desde la implantación del cortejo en 1943 el paso de La Borriquilla siempre había salido sobre ruedas, pero ayer el conjunto artístico fue procesionado por primera vez en la historia de la procesión de La Borriquilla a hombros desde la plaza de San Marcelo, a cargo de 42 braceros de la Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias y Soledad. La idea inicial partió de esta orden, que trasladó la petición a la Junta Mayor Pro Fomento de la Semana Santa , que acogió la solicitud de buen grado por la mayoría de sus integrantes. Pero quien realmente dio el último impulso para sacar adelante el proyecto fue el obispo de León, Julián López Martín, que apoyó personalmente la iniciativa. La razón de ser Angustias y Soledad la cofradía encargada del desfile está en el acuerdo de todos los integrantes de la Junta Mayor para que por turno rotativo, de más antigua a más joven, se encarguen de realizar el cortejo y de custodiar las imágenes cada año. El cortejo es eminentemente festivo pues iconográficamente representa el momento de la Entrada de Jesús en Jerusalén donde es aclamado por la multitud, horas antes de su posterior prendimiento en el Huerto de los Olivos. Desde el punto de vista estético es una obra de serie realizada en los talleres catalanes de Olot en 1943 encontrándose en algunos puntos deteriorada, a pesar de haber sido restaurada en fechas no muy lejanas. La corporación municipal con su alcalde a la cabeza, acompañaron al desfile. La ceremonia de la bendición de las Palmas corrió a cargo del obispo, acompañado del Cabildo catedralicio. No faltaron tampoco el clarín, a cargo del responsable de la Banda de Música del Dulce Nombre, Tori , y un tambor, ataviados con uniformidad de gala, así como los policías que escoltaban la comitiva. Los maceros como representantes del concejo también acudieron a la cita. Pero lo más destacado fue el gran número de público que presenció la procesión de las Palmas participando activamente en el cortejo ubicado entre el paso de la Borriquilla y la Agrupación Musical de Angustias y Soledad que una vez más brilló con luz propia en cada una de sus marchas interpretadas. Una vez concluido el acto en la plaza de Regla, delante de la Catedral, tuvo lugar una Misa pontificial. El paso de la Borriquilla junto con los braceros y la banda de Angustias regresaron al templo de Santa Nonia en paso de ordinaria haciendo las delicias del público presente en el trayecto, pues no es normal presenciar un cortejo a este paso tan ligero, algo realmente excepcional. La forma de puja de la cofradía, una de las mejores de las que procesionan a hombros, en todo el país dio buena cuenta de sus habilidades y sus anegados esfuerzos. Constituyó todo un éxito de organización y participación de los miembros de la Junta de Seises de Angustias y Soledad.