La lluvia provocó que la procesión del Entierro acortara su recorrido
La Virgen de las Angustias, a su paso por la plaza Mayor de la capital
En base al tratado realizado en 1830 por parte de las cofradías de Minerva y Vera Cruz y Angustias y Soledad se llegó al acuerdo de turnarse para la organización de la Procesión del Entierro, los años impares para la orden asentada en la iglesia de San Martín y los pares para la cofradía mariana. De tal modo, el Entierro del presente año fue promovido por la cofradía afincada en Santa Nonia. Abrió el cortejo los Atributos de Santos de la Hera 1988, seguido de La Lanzada, última adquisición de la cofradía; el siguiente paso que desfiló fue el Santo Cristo; y, acto seguido, los pasos de La Virgen de las Angustias, iconográficamente responde a una Piedad, el Camino del Sepulcro. Precedía a esta obra Consolación de María, que estrenaba trono, adquirido a la Hermandad de la Oración en el Huerto de la localidad cordobesa de Cabra. A continuación procesionó el Cristo Yacente de Ángel Estrada 1966. Procesionó en solitario el San Juan de Santos de la Hera y cerró el cortejo la Soledad. Reseñar, para finalizar, que después del descanso en Santo Martino varias autoridades municipales dieron buena cuenta del último paso reseñado pujando en las varas delanteras. Desgraciadamente a consecuencia de la lluvia el itinerario tuvo que ser acortado, desde la calle Independencia el cortejo procesionó hacia la calle Santa Nonia dejando atrás San Marcelo y la Rua.