La borriquilla pierde una pata
La policía detiene a una mujer que se subió al paso de La borriquilla y le causó daños en una pierna del animal, además de romperle uno de los dedos al Cristo
La borriquilla se había quedado sola, sin vigilancia, en la plaza de San Isidoro, tras haber sido aclamada en la procesión de Las Palmas del pasado Domingo de Ramos. Según el intendente jefe de la Policía Local, Martín Muñoz, la agresión se produjo cuando todos estaban comiendo y el paso quedó al resguardo de la basílica mientras esperaba ser recogido para su traslado a los almacenes municipales. Fue una mujer, M.A.A.D., de unos treinta años quien decidió, por causas aún no aclaradas, subirse a la borriquilla. El resultado de la hazaña fue, según el parte difundido ayer por la Policía Local, «daños en una de las patas e igualmente a uno de los dedos de la mano de la figura del Cristo». Cuando llegaron los agentes, la autora de los hechos, ya conocida por los policías, descansaba sentada, ya en el suelo, junto al paso. La policía le ha abierto diligencias por daños.