«Llevo recuerdos muy lindos deLeón»

Los tres años pasados en la prisión no se pueden borrar, «tengo que llevar ese recuerdo», afirma tajante el hombre indultado este año a petición de la cofradía del Perdón. Bernabé Espinal se lleva, además del infierno de la cárcel, el testimonio de una ciudad en la que se ha sentido acogido y de la que habrá disfrutado, como nunca pensó, durante cinco días. Porque el miércoles de madrugada se subirá a un autobús directo al aeropuerto, donde se ejecutará su expediente de expulsión. Será embarcado en un avión rumbo a su país, puesto que el indulto sólo afecta a su libertad, no a la situación como extranjero. Con todo, asegura que «me llevo recuerdos muy lindos de León», desde la primera procesión que ha visto en su vida hasta la «bonita catedral» y el ambiente de las calles del casco antiguo en estos días de bullicio. Ha probado la paella y las tapas y mientras degustaba unas sopas de ajo en un cuenco de barro comentaba a las voluntarias de Cáritas que «más vale comer tranquilo una sopa que no dejarse engañar con falsas riquezas». A quien le «engañó» a él, «le pediría cuentas de los años que he pasado aquí», pero no cree que lo vaya a encontrar cuando regrese a su pueblo. De momento, sólo piensa en lo inmediato y en poder marchar con los resultados de las pruebas que le hicieron tras sufrir una caída accidental. Esta tarde, en el Locus Apellationis de la Catedral, se oirá su indulto y después procesionará con el Perdón hasta la parroquia de San Francisco de la Vega.