Santa Marina del Rey
El Ecce Hommo procesiona entre una multitud de fieles, a la espera del rito del fuego del Sábado Santo
Las tres tallas que componen la procesión del Ecce Hommo cumplieron con el rito que marca el Jueves Santo, y salieron a la calle en una cita multitudinaria que rodeó a más de cien braceros. La talla de 1.742, obra de Baltasar Ortíz, lideró el cortejo, que completaron el Cristo Crucificado del siglo XX de autoría desconocida y la Dolorosa, todos ellos a los sones de la Banda de la Cofradía de Angustias y Soledad de León, con más de una saeta en el transcurso de la procesión, y la obligada adoración nocturna que precede a la exposición de los pasos en el templo parroquial. Para hoy viernes se anuncia la exposición de la totalidad de las tallas en la iglesia de la localidad, en uno de los actos principales del fin de semana de pasión, que para mañana sábado, guarda el rito del fuego, una procesión casi ancestral ya en la comarca, que sirve como perfecto soporte a la Vigilia Pascual. Niños incluidos Ya el domingo, se celebrará la procesión del Resucitado, con una talla del siglo XVIII que portan a hombros 27 niños de edades comprendidas entre los 10 y los 12 años, que se mezclan con los mayores a la hora de salir a la calle. La talla de San Juan, que cuenta con 37 braceros, y data del siglo XVII completa la procesión, que se cierra con una imagen de La Dolorosa, a la que, como al resto de las tallas, se la «baila» en el transcurso del desfile litúrgico, en esta oportunidad, con la compañía de la Banda de Cornetas y Tambores de La Soledad de La Bañeza. Se trata de una de las principales celebraciones de la Semana Santa de la comarca del Órbigo, especialmente destacada por su plasticidad.