Los braceros bailaron los pasos ante el numeroso público presente
Jesús Nazareno y la Soledad comparten su dolor en La Bañeza
La Procesión del Encuentro, uno de los actos que más admiración causa en la ciudad
La Soledad y el Nazareno salieron ayer a la calle por primera desde el inicio de la Semana Santa, en un encuentro, organizado por las cofradías de Nuestra Señora de las Angustias y Soledad y de Nuestro Padre Jesús Nazareno, siempre multitudinario, en el que se plasma la colaboración que, durante siglos, ha existido entre las hermandades penitenciales bañezanas. Cada uno de los pasos abandonó su capilla para dirigirse al punto de la calle de la Vía de la Plata donde el Nazareno se inclina ante la Virgen, compartiendo el dolor del Calvario, como en el relato evangélico. Es el momento de máxima emoción para el público congregado, el instante en el que los braceros de negro y oro y los de morado y negro dan todo lo mejor de sí mismos en el mecer de los pasos, aspecto en el que destacaron los de la capilla de Juan de Mansilla, que, por tener que esperar a la Virgen, deleitaron al público congregado, al son de la Banda Municipal de Música, con un baile de su paso insignia, bajo el que se situaron 120 hermanos. El camino de la Virgen Buena parte del trayecto que recorren los cofrades de Angustias se realizó cuesta arriba, con 35 braceros, en su malloría hermanas, pujando el paso y meciédolo, muy bien acompañado por la banda de cornetas y tambores de la cofradía. No faltó representación institucional a ninguno de los dos pasos, con el alcalde a la cabeza de los grupos socialista, popular y de APB. Tras el encuentro, el Cristo, de Luis Salvador Carmona, del siglo XVIII, y la Soledad, tallada en el XVII, las bandas de ambas cofradías y la municipal formaron un solo cortejo para desfilar por las calles de doctor Palanca y Joaquina de Vedruna. Las procesiones de Pasión (8.00 horas) y el Santo Entierro (19.00 horas) y el Vía Crucis de Jiménez (20.00) son el programa de hoy.