María se despide de su hijo antes del trance del Calvario
Hace frío en la capital leonesa en Semana Santa. Da igual que caiga en marzo que en abril. Y ayer, la noche tendió su mano helada para dar a los cuerpos una imagen de inmovilidad, que recorrió todas las procesiones. Pero hay momentos en los que la temperatura abandona su protagonismo para ser elemento de atrezzo. Tan sólo una disculpa para meter las manos en los bolsos, al paso de las imágenes portadas por los braceros. En este capítulo se puede encuadrar la procesión de la Despedida, organizada por la cofradía del Cristo del Gran Poder. En medio de la noche, las dos tallas se encuentran. Entre tambores y cornetas, no hace frío en León.