León se encuentra en la Semana Santa

La Semana Santa de León alcanzó su punto más álgido durante la mañana del Viernes Santo, durante la celebración de la procesión de los Pasos, organizada por la emblemática cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno. El séquito procesional partió del templo de Santa Nonia a las siete y media de la mañana. Momentos previos a la partida surgió el problema del fallo hidráulico en el sistema de elevación de la cruz en el paso de la Exaltación, método inédito hasta el momento y que la orden estaba intentando poner en funcionamiento por primera vez dentro de su cortejo. Tras el «toque» de la Ronda delante de la iglesia salió a la calle con los todos los honores la imagen del Nazareno bajo los acordes del himno nacional, aunque en otras ediciones era frecuente la interpretación de la marcha real. La imagen portaba una novedad en la indumentaria, un botón de oro en su camisa tras la donación de un montador de la cofradía, así como unos gemelos para usar durante su estancia al culto. Una gran nube de sargas negras desfilaron por el viejo León haciendo las delicias de los más madrugadores ante el patrimonio de la cofradía compuesto por trece magníficos pasos. El Cristo de la Crucifixión fue sometido a un proceso de rehabilitación, siendo la novedad estética más evidente. El momento más emotivo de todo el trayecto se realizó en la plaza Mayor, donde tuvo lugar el tradicional Encuentro. El paso del San Juan realizó una larga reverencia a la Dolorosa, bajo los acordes de la marcha de su mismo nombre. Una multitudinaria asistencia presenció el evento mientras los seises de ambos pasos se fundían en un emotivo abrazo. El cortejo continuó su periplo pasional hasta llegar a la plaza de Santo Martino, donde se realizó la enraizada parada de una hora para el descanso de los braceros. La segunda parte del trayecto transcurrió por las calles más céntricas de la ciudad con la presencia de miles de personas que acudieron al cortejo para presenciar la afamada procesión de los Pasos. El séquito finalizó su itinerario más allá de las cuatro de la tarde, no sin antes haber bailado todos los pasos delante de su sede canónica, bajo los aplausos de los espectadores .El último en hacerlo fue la imagen de la Dolorosa, que estrenaba pañuelo entre sus manos gracias a una donación del Ayuntamiento de Camariñas y de la Asociación de Palilleiras de la misma localidad. Destacar por último de la procesión la brillante actuación de las bandas, agrupaciones musicales y bandas de cornetas y tambores que realzaron el desfile a lo largo de todo su recorrido.