Detrás de la talla| por Susana Vergara Pedreira

Reza la tradición que si el tiempo no lo impide y sale la inmemorial y solemne Procesión de la Dolorosa, saldrán todas las procesiones de León. Es la más peculiar previsión meteorológica de cuantas existen. Una predicción del tiempo en la que creen a pies juntillas los papones leoneses. O, más exactamente, una predicción a la que se agarran los papones de León. Lo cierto es que no siempre se ha cumplido. Y que el Inistituto Nacional de Meteorología anuncia una semana de Pasión pasada por agua y frío. Pero ayer hizo sol y calor... aunque por la tarde las nubes acecharan el cielo leonés. Y la esperanza... es lo último que se pierde. A las puertas de la iglesia del Mercado se produce todos los años, en la tarde del Viernes de Dolores, un acto sencillo, ancestral y fraternal que forma parte de las tradiciones más arraigadas de la Semana Santa de León. Los secretarios de las cofradías se intercambian las invitaciones para que las otras cofradías asistan a los actos procesionales que organiza cada hermandad. Este gesto sirve también para tomar la temperatura de las relaciones entre las cofradías. En los últimos años reina la paz. Pero no siempre fue así. La Virgen de la Iglesia del Mercado tiene fama de milagrosa. La Antigua, o la Morenica , como se la conoce popularmente en León, goza de la mayor devoción en la ciudad. Tal vez por eso, cientos de personas la acompañan la tarde-noche del Viernes de Dolores en su peregrinaje por las calles de León, en señal de devoción, de agradecimiento o de petición. Un mar de velas camina tras la talla más venerada. La Virgen del Mercado es en realidad una Piedad gótica, realizada en el siglo XV y atribuida a los seguidores artísticos de Alejo de Vahía. La Señora sale a hombros de la Agrupación de Braceros de Nuestra Señora del Mercado. Tradicionalmente formada por los «mozos» de la parroquia, nadie renuncia a su «brazo» en el paso. Son 56 braceros titulares y 20 suplentes. Pero no es una cofradía. Los braceros del Mercado cumplen cada año con su rito: no van vestidos de túnica sino que llevan, obligatoriamente, el traje de luto tradicional en los hombres. Es decir, traje oscuro, camisa blanca y corbata negra. La finalidad de esta agrupación es la de sacar a la Virgen del Mercado en la tarde del Viernes de Dolores, la procesión que da inicio oficialmente a la Semana Santa de León. La procesión hace desde antiguo dos paradas. La primera, en el Convento de las Carbajalas, donde las monjas interpretan cantos gregorianos. La segunda, en la plaza de Santo Domingo, donde se entona la «Salve popular». La denominación oficial del Viernes de Dolores es en realidad «Viernes de la quinta semana de Cuaresma». Así se llama en la liturgia oficial. Pero la costumbre popular impone sus leyes y ha sido siempre Viernes de Dolores. Tanto puede la costumbre que la Iglesia piensa incluso en cambiar el nombre.