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El ojo del papón| Jorge Revenga Sábado «de pasión»: aires del Guadalquivir
Pulpo La historia culinaria del pulpo en las mesetas de León y Castilla viene de lejos. Por lo tanto, se supone que sea también muy antigua su vinculación con la gastronomía semanasantera. La mañana de Viernes Santo se preparaba de forma majestuosa en las muy respetadas tabernas del Cuervo y Cimanes, donde era elemento alimentario fundamental de la parada de la Procesión de los Pasos a media mañana. «El Cuervo», ha recuperado recientemente la tradición y los cofrades volverán este año a degustarlo con su pizca de sal y pimentón y su chorro de aceite de oliva, al mejor estilo gallego. Marcelino Cuevas Hace apenas diez años los papones vivían este sábado queriéndolo borrar del calendario. Hoy, sin embargo, varios actos litúrgicos y procesionales llenan el espacio de la tarde anterior al domingo de los estrenos. Este día pueden observarse fuertes contrapuntos en lo que yo denomino nuestra Semana de contrastes. Alrededor de las seis de la tarde, si nos ubicamos en la Plaza de Santo Martino, podremos saborear la llegada de dos de las tres bandas que van a sonorizar este día: La Banda de Música de la Cofradía de las Siete Palabras y la de cornetas de la Victoria. Sobre las siete de la tarde, es obligado acercarse a la Plaza de San Isidoro y dejarse llevar. Escúchense los cánticos de la Coral Isidoriana. Respírese el incienso que nos evoca aires hispalenses. Tres bellas estampas salen sobre los hombros de la Cofradía de San Isidoro: Jesús de la Esperanza (Melchor Gutiérrez, 1995), María Santísima de la Piedad (Anónima, siglo XVII) y la Virgen de la Esperanza (Miguel Bejarano 2004) que destaca por sus vestidos magníficamente bordados. La bajada de la procesión hacia Ramón y Cajal es digna de saborearse y un poco más tarde, con la noche cerrada y seguro que fría, es obligado apostarse en las Concepciones (o en otra calleja del Barrio Húmedo) y esperar a que llegue el cortejo que lleva un ritmo muy lento. Quien la vea no sabrá si está en Plegaria o en alguna calle del Barrio de Triana. El único Cristo del desfile, es pujado sobre dos hombros y todos los pasos, van cambiando de ritmo con la música que los acompaña. Dos de las bandas que mayor calidad musical tienen en la ciudad dejan la piel en demostrarlo: La Victoria y la Agrupación de Santa Marta y de la Sagrada Cena. Si alguien vuelve los ojos a la Virgen sedente que también se acerca dulcemente, debe saber que se trata de la «Virgen del Milagro», María Santísima de la Piedad, Amparo de los Leoneses, segunda advocación de esta penitencial. Esa Virgen (o para ser exactos esta copia de la original que pereció en un incendio) sudó sangre en el año 1196, profetizando entonces Santo Martino una batalla entre castellanos y leoneses que vencieron estos últimos. Cuando la Procesión llegue a la altura de la Capilla del Cristo de la Victoria, se celebra un acto lleno de simbolismos. Pero hoy, León también nos ofrece otra semana santa, la del pasado remoto. La primera cita (sobre las siete de la tarde), la tenemos en la Capilla de las Madres Benedictinas quienes, rezarán sus Vísperas ante el Cristo de la Redención (Juan de Anchieta, siglo XVII), quien iluminado por cuatro velones, espera a que los devotos se acerquen en besapié al Titular de la enlutada Cofradía que encapilla de rojo. El silencio y la oración puede ser una buena alternativa a las prisas de nuestros tiempos. Con la noche ya cerrada, con las estrellas salpicando el cielo leonés, debemos acudir a la Iglesia de San Claudio (sobre las 23 horas) en donde se rezará la última estación del Vía Crucis que habrá discurrido por el Barrio, con una puesta en escena, digna de guardar en la memoria. Estén atentos a los toques de Oración para recibir al Crucificado y, desde dentro de la Iglesia, cuando traspase las puertas, disfruten con parte de la marcha «La Madrugá» de Abel Moreno interpretado por un grupo de cuerda. Si se sigue el horario indicado por este guía, los papones de acera podrá disfrutar de los tres actos más significativos del día, y hasta incluso, haber probado alguna limonada entre cortejo y cortejo. Es muy conveniente saber dónde no debemos repetir en las próximas jornadas, y para eso, el paladar de cada quien es el más sabio. Museo de León ¿Cuáles son los antepasados del actual pueblo leonés? ¿Cómo se interpretan las huellas dejadas en esta tierra por romanos, suevos o visigodos? ¿Qué fue el Reino de León? A estas preguntas responde el Museo de León en su nueva y flamante sede del edificio Pallarés, en la plaza de Santo Domingo. Abre de martes a sábados de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 19.00, festivos de 12.00 a 14.00 (1,20 euros). E. Gancedo