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Campanas, salves y tambores acompañaron el cortejo procesional

Los fieles arroparon a la Morenica

El pueblo acompañó el dolor de la Virgen del Mercado en un día casi primaveral, antesala de una semana de Pasión

La Dolorosa sale de la Iglesia del Mercado

Publicado por
Carmen Tapia - león
León

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Redoblan las campanas. Puerta Moneda está a reventar. Hombres, mujeres y niños se agolpan en la Plaza del Grano. A las ocho en punto, junto al anochecer, cuando se encienden las luces de la ciudad, La Morenica del Mercado sale a hombros de los braceros, de luto riguroso. La Dolorosa, una talla de gran intensidad emocional, abre el cortejo procesional, antesala de una semana de Pasión. Los abades de las dieciséis cofradías participan en una extraordinaria manifestación de religiosidad popular. Una treintena de Manolas abren el camino de una talla sedente, al pie de la cruz, con el hijo muerto entre los brazos. Un cortejo de mujeres alumbran el dolor de esta madres, cómplices de un sentimiento compartido. En las aceras, miles de fieles. El tiempo acompañó para un mejor lucimiento de una procesión que perdura en el alma de los leoneses. Fechada en los albores del siglo XV, la expresividad de esta virgen encoge el corazón de los fieles que no faltan cada año al encuentro con el cortejo. Cientos de mujeres, con velas en mano, cantaron tres veces la Salve popular. En la primera parada, nada más enfilar la Cuesta de Carbajal, las Carbajalas recibieron a la Señora en su capilla, acompañadas de su repique de campanas anunciando la eminente visita. Tras la visita, la Patrona de León siguió su lento caminar a hombros de la Agrupación de Braceros de la Virgen del Mercado. La Virgen lucía las valiosísimas joyas de brillantes que le regaló la reina Isabel II. Tocada con un manto burdeos bordado en la India, con un alfiler de brillantes en el corazón, la Dolorosa se abrió paso entre la multitud que, en una tarde casi primaveral, abarrotó las calles de León para verla pasar. La Banda de Cornetas y Tambores de Minerva y Vera Cruz y la Música del Dulce Nombre de Jesús Nazareno, anunciaban ayer el inicio de una semana repleta de procesiones, actos litúrgicos, semanasanteros, religiosos y populares. Muy cerca de la capilla del Cristo de la Victoria, un coro rindió honores a la Virgen. En Santo Domingo, los braceros, acompañados por el pueblo, entonaron la segunda Salve del recorrido. Los ecos de los tambores retumban, las mujeres caminan y rezan, la Virgen avanza. El principio de la Semana Santa acaba. La Virgen se recoge en la Iglesia del Mercado, donde los devotos la despiden con respeto.