El ojo del papón| Jorge Revenga Domingo de Ramos: del futuro al pasado

La tortilla En Sahagún se adelanta gastronómicamente la Semana Santa al domingo antes del de Ramos. Es lo que los facundinos llaman Domingo Tortillero. La Cofradía de Jesús Nazareno celebran la subasta que otorga el derecho a portar a hombros los pasos de sus muy peculiares desfiles. Acto que se complementa con la degustación de estupendas tortillas que cada uno hace a su gusto, con cebolla y pimientos, con escabeche, con suculento chorizo o, simplemente, con patatas, huevos y el inevitable aceite de oliva. Y como remate se puede añadir una tosta de pan de hogaza empapado en orujo y azúcar. Marcelino Cuevas Es domingo de estrenos. Del evangelio a tres voces. De chocolate con churros a primera hora. Y de escabeches después; y vermús y limonadas. Quien desee degustar una de las citas con más sabor cofrade, debe madrugar: a las 8, 30 Santa Nonia se llena de palmas. Hoy Domingo de Ramos, es el principio de una vorágine de actos que durante la próxima semana van a tomar las calles de León. Día y noche. Porque León, en Semana Santa, nunca duerme. A las 12. 30 tenemos la ocasión de que el obispo bendiga nuestros ramos y podemos acompañar, Ancha arriba, a la borriquilla hasta el templo de la Luz. Los niños, el futuro de la Semana, lucen sus sonrisas vestidos con algo nuevo. De inmediato, tomaremos las arterias del Húmedo, del Barrio Romántico, del Burgo¿ La ciudad se rinde al tapeo y a la limonada. A las cinco de la tarde, podemos asomarnos a la Iglesia de San Lorenzo y ver el inicio de la Procesión del Cristo del Gran Poder quien sobre las 17. 30 hará su entrada triunfal en la calle Carreras. En esta procesión, junto a las tallas de Cristo y de la Virgen del Gran Poder (Melchor y Víctor Ramsés Gutiérrez, 2000) merecen destacarse Los Apóstoles de Simón Gavilán Tomé, siglo XVIII. Antaño formaban parte del Retablo mayor de la Catedral). A las 19. 45 nadie debería perder la salida de la Procesión del Dainos ubicado dentro del templo franciscano. Aunque, si prefiere observar dos procesiones sin moverse ni un ápice, habrá de estar en la Cuesta de las Carbajalas sobre las 20.30 horas. Allí, el paso de El Dainos es recibido con las campanas de las Benedictinas y de inmediato, cuando aún retumben en nuestros oídos los cánticos de Rosario de la Buena Muerte, la Procesión de la Redención nos llevará al pasado, también entre horquetas y rezos cantados. A las diez de la noche, hay que apostar por el Silencio. Capilla de Santa Nonia. La Virgen de las Lágrimas espera el paso del «Dainos». ¿Pueden dos mil personas controlar la respiración, sin hacer ruido? Pueden. Lo prometo. Acérquese el caminante a este acto del Encuentro y, cuando vea a lo lejos, por la calle Santa Nonia, la cadencia del Nazareno del siglo XVIII a hombros de los del «silencio» que agudice su oído. Y que, como los otros, contenga la respiración. Escuchará los golpes de matraca que dirigen la procesión. Podrá oír cómo golpean las hermanas de Angustias, la vara delantera del paso de la Virgen, y sentirán el roce de las almohadillas al caer sobre sus hombros. Se percibirá, muy despacio, suave, dulce, casi sin moverse, el rasear silente de los de San Francisco. Las voces femeninas empezarán a cantar. Y la Virgen mirará el paso de su Hijo que no se detendrá. Al final de los cantos, dos golpes de la vara de mando del abad de la penitencial oficialmente más antigua, la de Nuestra Señora de las Angustias, e inmediatamente después, toda la Junta de Gobierno, inclinará la cabeza al paso del Cristo con su cruz. El abad de la cofradía franciscana, hincará sus rodillas en tierra en señal de respeto a la Madre. Con el acto ya acabado, los de las Siete Palabras interpretarán la «Dolorosa» y sin detenerse, todos continuarán hacia su casa. En silencio. Sin aplausos. A la leonesa. Con el alma encogida por el silencio, aun podemos acercarnos a la plaza del Grano donde la Redención (sobre las 23.00 horas) recogerá su procesión solo con las voces de la Coral Coyantina. Un final de procesión imborrable, mágico. Lo prometo. Casa museo Sierra-Pambley Se trata de uno de los museos más deliciosos de la capital leonesa: justo enfrente de la Catedral, en la casona en la que nacieron insignes miembros de esta saga de burgueses adscritos al krausismo y a la Institución Libre de Enseñanza, los visitantes pueden comprobar, hasta el mínimo detalle, cómo vivía aquella gente. De martes a domingo, de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00. E. Gancedo