«Cualquiera que se viese en mi situación hubiese dimitido de la junta de seises»

-¿Cuándo solicitas tu reingreso en la cofradía? -El 4 de abril de 2006 entrego en mano al secretario de la Real de Minerva, don Ángel Díez Pretejo, una carta en la cual solicito el reingreso. También indico en ella que mi decisión de darme de baja de la misma fue en un momento muy tenso y doloroso para mí, y que quizá no lo debí hacer, pero lo hice. 1397058884 ¿No has recibido contestación ninguna de la cofradía? -Oficialmente y por escrito ninguna. Me consta que en Junta de seises celebrada el mismo día que entrego mi escrito se lee éste y, tras su debate, se acuerda acceder a la petición hecha, readmitiéndome el la cofradía. Es más, ese mismo día y al día siguiente recibo la llamada de varios miembros de la junta de seises diciéndome que ha sido atendida mi petición, dándome también la enhorabuena por mi reincorporación. 1397058884 ¿Y la Cofradía, para que te den algún tipo de explicación? -Me pongo en contacto con la secretaría de la Real de Minerva, para que de una manera oficial, me dieran una contestación, y una vez más me toman el pelo. Me indican que previamente tengo que hablar con el director nato, para que sea él quien con su última palabra certifique la decisión tomada. Reunidos en el despacho del sacerdote, éste me indica que no tiene conocimiento alguno en absoluto de nada de lo acaecido, puesto que no estuvo en la última junta de seises, pero que de todas las maneras él está encantado con que vuelva a la cofradía, incluso me recrimina mi marcha como seise, animándome a que vuelva a la junta. Después de muchas llamadas a la secretaría (abril del 2006) y de marear mucho la perdiz, me comunican, para rematar faena, que es el abad, señor Cabañeros, el que no ha querido llevar a cabo la decisión tomada en junta de seises y que según éste se volverá a estudiar mi caso acabada la Semana Santa. 1397058884 ¿Te quedan ganas, después de todo, de ser papón de Minerva? 1397058884 Soy papón de Minerva desde la década de los setenta, en que salió por primera vez la Piedad a hombros. Es el mayor título que puedo ostentar y presumir de él: ser uno de los braceros titulares que puso la Piedad a hombros . ¿Que si me quedan ganas?, por su puesto que sí. 1397058884 ¿No tiene que decir nada de esto el obispado? -Pues veo que no. Igual que en su día dictaminaron que la elección de abad había estado sujeta a los estatutos de Minerva, según ellos, esta vez el obispado no dice nada, y no será porque no se haya enterado. Al día siguiente que me robaron, permíteme que utilice esta expresión, la abadía, se difundió por León que había sido el obispado quien no había querido que saliera yo como tal. Sé quien lo hizo, lo triste es que es alguien muy allegado a la Semana Santa, asesor del obispado, amigo del señor Cabañeros y ¿amigo mío? Tengo testigos a los cuales se les intentó engañar con esta falsedad. Lógicamente esto no se lo cree nadie. ¿O alguno si se lo creyó?. 1397058884 Oyéndote con la pasión que hablas y viendo como te explicas no se entiende cómo saliste de Minerva? -Pues mira, es muy sencillo. Mi labor como seise de la Piedad y miembro de la junta de seises durante dieciocho años, ahí está. Cualquier persona que se considere como tal y se vista por los pies, después de la traición por la cual no fui abad cuando me correspondía, hubiera hecho lo mismo que yo, dimitir de la junta de seises. Quizás no tenía que haberme dado de baja de la cofradía, pero fue una decisión en caliente y sin pensarla. Lo hecho, hecho está. No necesitaba, ni necesito, demostrar a nadie quién soy, cómo soy y la capacidad de trabajo que tengo. No precisaba el cargo para simplemente seguir siendo algo y seguir saliendo en la foto como tal. Otros sí lo necesitaban imperiosamente, pues se les acababa el protagonismo y el chollo que tenían en esta nuestra ciudad de León y necesitaban de él. ¡Que pena¡. Yo sigo paseando por León con la cabeza bien alta, estos otros no. 1397058884 ¿Guardas rencor a alguien? 1397058884 ¡No!, por supuesto que no, sobre todo porque estoy educado en la caridad cristiana. Sigo siendo el de siempre, amigo de mis amigos e incluso amigo también del que no me considera como tal.