Los barquillos Los barquillos son uno de los elementos menores de la Semana Leonesa, aunque imprescindibles para los niños que se aburren enormemente en el bordillo de las aceras mientras esperan la llegada de las procesiones. La de los hermanos Manteca, fue una razón social que quizá nunca existió como tal, pero que llenaba los insaciables estómagos infantiles en las distintas épocas del año: castañas en el otoño y el invierno, helados en el verano y los barquillos en la primavera. Salían los Manteca en este tiempo florido a la calle con sus carros amarillos, portando un fogón y una plancha en la que se elaboraban. M. C. Hace sólo mil años y frente a la columna donde se celebra el acto del perdón, los reyes de León dictaban sentencias de apelación en todo el reino. Hoy, autoridades, cofrades, Orfeón Leonés y público hacen una representación del don más importante del cristiano: el perdón. Los ferroviarios de la Cofradía del Perdón han recuperado afortunadamente el indulto de un preso mediante sus gestiones, ante el Gobierno de la Nación, quien lo concedió unos días antes de su procesión. Este año, una Cabreiresa condenada por un delito de lesiones ha visto conmutada su pena. Sobre las nueve de la noche, el abogador de la Cofradía que viste túnica franciscana, irá a buscarla al Seminario Mayor. La ya ex penada, se vestirá la túnica marrón e irá, como el resto de los hermanos, hasta el Barrio de la Vega en procesión. Los hermanos, junto con el alcalde y obispo de la Diócesis, gritarán al unísono, tras comunicarlo a bombo y platillo la frase más semanasantera de la ciudad: ¡Que sea enhorabuena!. Otros reclusos de Mansilla arrimarán el hombro para ayudar a esta penitencial tan austera a seguir cumpliendo la historia de nuestra pasión. Los de San Francisco de la Vega nunca se olvidan de sus firmes compromisos solidarios. Si alguien prefiere sentirse en la Edad Media, debe acudir a la Iglesia de los Capuchinos a partir de las ocho y media de la tarde, sentarse en un banco y escuchar, en silencio, los cantos de las mujeres de Villalobar que entonan un Vía Crucis, presidido en el centro de la Iglesia, por el Cristo de la Expiración. Vayan respiren hondo y estén dispuestos a olvidarse del tiempo. De todas formas, es posible presenciar el acto del perdón y después, eso sí atajando más o menos rápidamente, traspasar las puertas del Templo de San Francisco el Real. A falta de ubicuidad, sirven las carreras y los atajos. Muy cerca de allí, sobre las diez de la noche, las Vírgenes de Angustias, que han tomado la calle desde las ocho en una recoleta procesión, recibirán en la Plaza de las Concepciones, los cantos del Grupo Andadura, llenando ese rincón lleno de historia de emociones contenidas. Este año, si se fijan, hay muchos escaparates y algunos balcones engalanados para la semana santa. León, cada vez con más ahínco, se trasfigura de morado los díez días que van de Dolores a Resurrección. Musac Visitar León y no acercarse a su Museo de Arte Contemporáneo es casi tan imperdonable como no ver la Catedral. El Musac ha transformado la imagen de la ciudad y constituye un incentivo cultural de primer orden. En este momento exponen Cerith Wyn, Dave Muller, Blanca Li, Ivan Grubanov, Ángel de la Rubia y el colectivo H. Box. De martes a domingo de 10.00 a 15.00 y de 16.00 a 21.00. Gratuito. Avenida Reyes Leoneses, 24. E. G.