Crónica | Lunes Santo
Cinco paradas de adoración
Las heridas marcadas en Cristo conforman la Solemne Adoración Procesional de las Llagas de Cristo, en donde rinden respeto los 450 hermanos y hermanas del Santo Sepulcro Esperanza de la Vida
Las cinco heridas de Cristo en pies, manos y costado centran la Solemne Adoración Procesional de las Llagas de Cristo, como una de las múltiples oraciones que la piedad popular incluía al finalizar el rezo del Via Crucis. La Cofradía del Santo Sepulcro Esperanza de la Vida, con sus 450 hermanos y hermanas, sacó ayer a las calles de León, con el permiso de la climatología, a su imagen titular, El Santo Sepulcro, realizada por Vicente Marín Morte en 1996 para representar el momento previo a la resurrección de Jesucristo. Con ella comunica la movilidad de quién empieza a despertar de un largo sueño bajo las sensaciones ofrecidas por un rostro que es reflejo de tranquilidad y sosiego. Cientos de túnicas negras, y capillos altos de color blanco, salieron del convento de las RR.MM. Concepcionistas para atravesar las vetustas arterias del viejo León rindiendo respeto al Señor. Apareció un camino de letanía silenciosa, señal de emoción, rota por el solemne besapiés que deja a la imagen en la sede de la cofradía, la parroquia de San Froilán. Allí espera al inicio de los preparativos para la procesión Camino de la Luz, ya en Sábado Santo, donde destacan el rito de entrega del fuego y el desfile de Memento, libro en el que se recogen los nombres de los hermanos fallecidos. En la procesión de ayer, las cinco paradas de adoración, una por herida, marcaron el paso de cientos de fervientes seguidores.