El Cristo y la Virgen de la Esperanza comparten su soledad

La cofradía de la Vera Cruz de la Bañeza volvió a emocionar ayer a los ciudadanos con su procesión del Encuentro, que reunió al Cristo de las Tres Caídas y a la Virgen de la Esperanza, talla ésta última que desde hace tres semanas se llama de la Esperanza y de la Cruz, en recuerdo a una antigua imagen de la hermandad que tenía esta advocación. Cada imagen, partiendo de la capilla, se dirigió por calles diferentes hasta la plaza Mayor, en la que tuvo lugar el momento más emotivo del desfile con el encuentro entre ambas. Allí, en el atrio de la iglesia de Santa María y ayudándose de una grabación, la Vera Cruz recreó un dramático diálogo entre Madre e Hijo en el que ambos se lamentaban de los sucesos de la pasión del segundo. La banda municipal de música interpretó un motete que sobrecogió al público asistente, que vio después irse juntas ambas imágenes, el Cristo realizado en el siglo XVI por un autor anónimo y restaurado en el año 2005, y la Virgen, obra de Jesús Manuel Benitez en el año 2002, que ya protagonizó el Domingo de Ramos por la tarde la procesión de la que es titular. Hoy la Semana Santa de La Bañeza vivirá una de sus jornadas más populares, con la celebración del Santo Potajero. La cofradía de Nuestra Señora de las Angustias y Soledad comenzará a primera hora de la mañana la elaboración del guiso a base de garbanzos, mientras que los niños sacarán en procesión a las 13.15 horas la pequeña talla del santo.