En paralelo
Día negro para los de morado en El Ejido
Jesús Divino Obrero dedica la procesión a una insigne papona suya fallecida ayer mismo
león
Circunspecto de rostro, al abad de Jesús Divino Obrero no le quedó más remedio que anunciar en los prolegómenos de la Procesión de La Hermandad una mala nueva a sus papones. Una insigne hermana de la cofradía decidió abandonar este mundo en tan señalado día y en su honor se interpretó la pieza fúnebre de rigor. Fue al alimón con la antigua y la actual banda de cornetas y tambores, ahora que cumplen medio siglo de existencia.
Por más que La Magdalena de Las Tres Marías tratase de lucir el azul de su nueva túnica, ni el morado y blanco dominante, santo y seña de la cofradía, fue capaz de refulgir con el esplendor habitual. La tarde quedó marcada ya en negro. Como los colores de la cofradía de Jesús Nazareno de La Bañeza, que se trajo a León una Piedad bien procesionada, con el movimiento galante que caracteriza a la casa, aunque esta vez tocara jugar fuera.