El Sepulcro convierte el Lunes en un Viernes
Hace ya muchos años era costumbre en los pueblos celebrar el rito de la Adoración de las Llagas de Cristo. Las dos heridas de las manos del Señor, las otras dos de los pies y la lanzada en el costado eran cubiertas con paños, en medio de un respetuoso ritual, como tratando de dar curación a heridas de sanación imposible más acá de la fe, porque más allá, el Glorioso todo lo puede, es sabido.
Así que la Adoración Procesional de las Llagas de cristo termina siendo esa misma costumbre que antes se llevaba a cabo en Viernes Santo, que por cosas de los cambios de los tiempos, ahora se ha trasladado al Lunes Santo. La adoración de la Santa Cruz y el asunto de las llagas caminan por senderos similares cuando está de por medio la Cofradía del Santo Sepulcro, que es a la vez Esperanza de la Vida.
Como de paso también cuela la excusa del traslado de la imagen titular desde el convento de las Concepcionistas hasta la parroquia de San Froilán, donde la procesión del Camino de la Luz se convierte en la noche de Sábado Santo en la penúltima de las casi cuarenta que marca el programa oficial de la Semana Santa en León, pues todo perfecto.
Queda para la intimidad y el recogimiento el besapié con el que los hermanos de la cofradía ponen fin a actos como el de ayer, que se convierten en una delicia para los sentidos.