El deporte también hace futuro en León

León es mi casa. Y a pesar de la distancia sigo muy vinculado a ella, por lazos familiares pero también por los afectivos. Su vida cotidiana no me es desconocida y trato de seguirla. Ahí DIARIO DE LEÓN ha ocupado, ocupa y lo hará, ojalá sea así durante mucho tiempo más, un papel destacado como notario de esa actualidad que es León y toda la provincia como lo ha hecho en todos estos 115 años. Los de una tierra en la que pasé muchos de ellos hasta que los avatares de la vida, en este caso los estudios y el deporte, me llevaron a otros escenarios. Una provincia que tiene futuro y que debe luchar para que este sea lo mejor posible.

Cada vez que piso la ciudad en la que crecí me siento feliz. Pasear por cualquiera de sus calles, compartir momentos con familiares y amigos, en suma, respirar ese ambiente tan especial. Siempre trato de visitar aquellos lugares que disfruté en mis años de niño y adolescente. Pero también aquellos espacios que con el paso de los años se han hecho un sitio importante y que son parte de la imagen que esta bella ciudad traslada al mundo como el Auditorio, el Musac o la Universidad, que en mis años jóvenes no existía. Y que DIARIO DE LEÓN también se ha encargado de mostrar.

Bien es cierto que hay cosas que ya han pasado a otra vida, pero aún siguen latentes en mí pensamiento. Y son parte de la historia de una ciudad que tiene un futuro por delante que espero sepa aprovechar. Ahí está el turismo en general y en todas sus vertientes. Una de ellas es el deporte. Porque León es una ciudad que puede presumir de contar con numerosas propuestas y equipos. Desde la Cultural, que ojalá puede recuperar un sitio en Segunda División (soy de este equipo desde siempre y también del filial. No en vano mi padre fue presidente del Júpiter Leonés y directivo de la Cultural), hasta el baloncesto, en este caso mi deporte y en el que he sido tan feliz, con el deseo de que también vuelva a ocupar un lugar destacado. Es cierto que me apenó mucho la desaparición de Baloncesto León. Pero también espero que ese camino que recorrió un equipo que dio a conocer la ciudad no sólo en toda España, también en Europa, puedan seguirlo otros proyectos, mejor uno unido que sea fuerte. El Ademar o el atletismo tienen también un lugar destacado, empezando con el club de balonmano y su brillante trayectoria deportiva y siguiendo por el Centro de Alto Rendimiento de León que con el atletismo como bandera pero también con otros deportes sitúa a esta ciudad y por extensión a la provincia en un lugar destacado dentro del deporte. Y eso sin contar con las iniciativas y actividades, desde las más modestas a otras de primer nivel como el Torneo Magistral de Ajedrez, que hacen que no sólo León cuente con un nombre, también que sea un escaparate para que a través de una propuesta tan sana como el deporte contribuya a potenciar el turismo.

León también debe aprovechar su vertiente gastronómica y las potencialidades que tiene en este apartado. Igualmente por su faceta como ciudad universitaria, que no existía en aquellos años en los que yo disfruté el día a día antes de tener que hacer las maletas a otros sitios.

Es una ciudad pequeña pero en eso radica también parte de su encanto. No es Madrid o Barcelona, pero en los nuevos tiempos eso no debe ser impedimento ya que con las nuevas tecnologías todo está al alcance de la mano. Incluso en el laboral. Pero para lograr todo esto es necesario que todos aporten, que exista unión. Yo, si por algo me caracterizo, es por ser positivo y ver las cosas desde una perspectiva siempre dispuesta a aportar y no a entorpecer.

Porque León cuenta con muchas potencialidades. Lo digo desde el cariño que tengo a esa tierra que es mi casa como también porque desde la distancia a veces se ven las cosas más claras. Y yo lo tengo seguro. Por eso el turismo, sin olvidar otros apartados, debe ser uno de sus motores. Y ahí el deporte puede hacer su aportación importante porque el deporte mueve mucha gente y además se convierte en un escaparate único y masivo para promocionar cualquier lugar. Yo lo puedo decir porque con el baloncesto he comprobado esta circunstancia. Un deporte que me ha dado tanto y con el que disfrutado. Eso sí, me queda la espina de no haber jugado en el equipo de mi tierra, el Baloncesto León, cuando llegó a la ACB. Ojalá hubiera podido unir mi camino a ese club pero por edad no fue posible.

Eso sí, disfruté cuando el Baloncesto León lograba abrirse un hueco entre la élite. Unos logros que el decano de la prensa leonesa, DIARIO DE LEÓN, siempre ha mostrado y que también han escrito la historia de una ciudad, un León que sigo pisando aunque tal vez menos de lo que quiero y que me formó como persona. Una ciudad que disfruté tanto. Y de la que guardo excelentes recuerdos, tanto de los lugares en los que viví, primero cerca de la Universidad y luego de la plaza de toros, hasta del Instituto Padre Isla pasando por el Teatro Trianón cuando tocaba en la Orquesta de Cámara. Yo al violín y, aunque no era muy bueno, disfruté al máximo y pude tener el privilegio de hacerlo bajo las batutas de Odón Alonso padre e hijo. Un León que tiene en el DIARIO DE LEÓN a un excelente y gran notario. Y que lo siga siendo por muchos años más.