José Bogas | Consejero delegado de Endesa
León puede contar siempre con Endesa
Probablemente DIARIO DE LEÓN no haya vivido un año de estancamiento desde su fundación, y gracias a ello hoy festeja sus 115 años de historia en plenitud. Porque un periódico es esencialmente dinámico, un producto vivo en constante evolución. Siempre atento a las necesidades del lector, al que sirve contenidos cada vez mejor escritos con una presentación de calidad creciente. Para superar el centenario con tan buena salud, elperiódico hubo de responder también a la irrupción de la radio con su información inmediata, al vendaval de los contenidos audiovisuales de la televisión, a la multiplicación de los emisores que llegó con las nuevas tecnologías. Es realmente prodigioso haber vivido los 365 días de cada uno de los 115 años del DIARIO DE LEÓN en cambio permanente.
El sector eléctrico, en el que opera Endesa, tampoco permaneció inmóvil, de modo que la Endesa nacida en El Bierzo en los años cuarenta del siglo pasado es muy distinta de la que tenemos actualmente. Pero ese proceso de cambio fue una evolución, sin espasmos ni vuelcos. Hasta que llegamos a hoy, cuando el sector energético está inmerso en el proceso de reconversión más importante de su historia.
El nuevo sector energético que emerge lo hace marcado por la lucha contra el cambio climático, la apuesta por la descarbonización total, la implantación de las renovables y el impulso a la eficiencia energética, cuatro principios que la sociedad considera ineludibles y perentorios. Todo ello se sintetiza en tres objetivos inmediatos que podemos expresar en porcentajes: reducir un 23% las emisiones de gases de efecto invernadero con respecto a 1990, conseguir que un 75% de nuestra energía eléctrica sea renovable y mejorar la eficiencia energética en un 40%. Este proceso, que ya era urgente, ha sido acelerado por la pandemia.
Endesa afronta ese reto a sabiendas de que supone abandonar la generación térmica que marcó su origen y que definió su carácter. Las hoy obsoletas centrales de carbón fueron esenciales para iniciar la industrialización de los 60, superar la crisis petrolera de los 70 y, en las décadas siguientes, lanzar la economía nacional hasta el décimo puesto del ránking mundial. Esa evolución habría resultado imposible sin nuestras viejas y queridas térmicas que hace tres años quedaron fuera del mercado eléctrico, incapaces de competir.
Gracias al viejo carbón la provincia tiene casi todo lo que se precisa para ganar un lugar preeminente en el nuevo mundo energético que está llegando
Es hora, por lo tanto, de abandonar el carbón felicitándonos por lo que España ha conseguido a su costa y valiéndonos de él para un último servicio: las tres térmicas cerradas en León nos dejan personal capacitado, tejido empresarial, sensibilidad social hacia el sector energético, infraestructuras de transporte eléctrico y empresas como Endesa dispuestas a continuar en su casa, en El Bierzo… En definitiva, gracias al viejo carbón la provincia tiene casi todo lo que se precisa para ganar un lugar preeminente en el nuevo mundo energético que está llegando.
El cambio emprendido exige impulso y perseverancia a las personas que trabajamos en las compañías energéticas. A las empresas les requiere un esfuerzo financiero sin precedentes, y no exento de riesgos porque se trata de desarrollar proyectos innovadores. La sociedad en general también ha de contribuir con su apuesta generosa y decidida por el futuro.
Es en este punto donde la provincia de León, tan estrechamente vinculada al mundo energético que se desvanece, ha de optar por la esperanza del cambio de modelo. En efecto, la transición energética ha exigido pagar el coste del cierre de centrales, pero en emplazamientos como el de Endesa en Cubillos del Sil se levantará un pilar para sostener un sector eléctrico renovado.
Es deseo de Endesa, tal como requiere el Ministerio de Transición Ecológica, que la clausura de las viejas térmicas se realice en un proceso de transición justa, porque el camino hacia un nuevo mundo, de sostenibilidad y de economía circular, puede demandar sacrificios, pero no puede dejar a nadie atrás. La sociedad leonesa ha de tener la certeza de que enterrar lo viejo traerá su fruto si logramos cabalgar la ola de la recuperación y la sostenibilidad que nos llega de Europa, con directrices claras y con fondos suficientes.
La provincia de León, y particularmente El Bierzo, acumulan requisitos más que suficientes para recibir los incentivos económicos públicos que todo proceso de innovación precisa. No se trata de pedir ayuda discrecional, sino de presentar nuestra sólida candidatura para que El Bierzo se constituya en un polo de la energía sostenible y de la economía circular. Tenemos lo que se necesita para lograrlo, y Endesa será un actor destacado en ese proceso.
Estamos dando los primeros pasos: ya hemos tramitado para Cubillos del Sil una planta de hidrógeno verde, que nos aportará conocimiento sobre este combustible y oportunidades para crecer, con una inversión ajustada al objetivo que se persigue. Nuestro convencimiento de que la economía circular es el camino hacia el futuro nos ha movido también a presentar otros dos proyectos que ubicaremos en El Bierzo: una planta de reciclaje de palas eólicas que será pionera en España y otra de reaprovechamiento de baterías de vehículos eléctricos, también novedosa. Estamos convencidos de que estos planes merecerán el apoyo de la Administración con fondos europeos. Además de su trascendencia, los tres proyectos, junto con nuestro Plan Futur-e de Compostilla, son señal suficiente de lo que definirá el futuro de la comarca de Ponferrada en las próximas décadas, la sostenibilidad y la economía circular.
Por ello procede cerrar nuestra felicitación por la buena salud de DIARIO DE LEÓN, después de 115 años de historia, haciendo una decidida apuesta por el futuro de la provincia a la que el periódico tan brillantemente sirve. Hay mucha tarea por delante, pero León tiene futuro y siempre puede contar a con Endesa para andar ese camino.