Antonio Jarrín Matilla | Decano del Colegio de Titulares Mercantiles de León
Imaginación y esfuerzo para construir el futuro
S i lloras por haber perdido
el sol, las lagrimas te impedirán ver las estrellas.
(Rabindranath Tagore)
Cuando un medio de comunicación cumple 115 años informando supone la disponibilidad de una hemeroteca de toda una ciudad y quizás haga falta tirar de esa hemeroteca para recordar la historia económica de la misma y de su provincia, historia de la que el DIARIO DE LEÓN ha estado informado y el Colegio de Titulares Mercantiles ha estado «tutelando las empresas», como reza el eslogan de nuestro centenario, cumplido el 13 de julio de 2019.
Ciertamente la economía son ciclos sujetos a los vaivenes de hechos como revoluciones industriales, globalizaciones de los mercados, cambios de la forma de trabajo y en estas fechas de pandemias, pero siempre en todos los procesos, hay personas visionarias que, dotadas de conocimientos y también audacia, inician y gestionan esos cambios y crean riqueza, trabajo y futuro para los pueblos.
En estos términos hubo una época que León era referente de la economía a nivel nacional, siendo nuestro periódico el relator.
Sin tener un olivo esta provincia, un empresario con mayúsculas fundó y consolidó la mayor aceitera de España y creó unos mercados de alimentación asociados con una riqueza enorme para la ciudad y la nación. ¿Dónde está la estela del fundador? Perdida entre ofertas económicas y luchas palaciegas de poder.
De la minería, con todo su potencial económico en el mercado de los combustibles fósiles, ¿dónde está la visión de mutación hacia otras formas nuevas de generación de calor y energía? Ni está ni tampoco se busca. Ciertas empresas del sector, hoy guiadas por mentes con visión de futuro y raza empresarial, están posicionándose en los nuevos mercados de energía.
Hay editoriales de grandes dimensiones desaparecidas y por el contrario otras creciendo pujantes en nuevos mercados y nuevas formas de economía con líderes al frente de las mismas.
El sector farmacéutico, que de forma callada pero constante ha creado en nuestra provincia y ciudad un nicho de riqueza y futuro esplendoroso es referente de futuro. No todo es negro en esta historia que nos ha tocado referir. Hace unos meses visitaba una de ellas y su director me explicaba la investigación que realizan, con la duda de su éxito, pero sin desfallecer hasta encontrar el resultado y con una empatía que me cautivó. ¿Por qué no está la Agencia del Medicamento en nuestra ciudad, que lo reúne todo?. Hay empresas del sector punteras, unas con historia y otras con futuro, y además lugar para su instalación en ese edificio vacío y muerto del Portillo que va cambiando su letrero, pero no su utilidad, y mira con nostalgia a León.
Todas esas lágrimas que brotan llorando por haber perdido el sol de esa riqueza económica pasada nos vienen impidiendo ver las estrellas del futuro, que existe y sobre todo nos lleva a intrigas palaciegas de protagonismo, con enfrentamientos sin sentido hacia situaciones ya consumadas y que son irreversibles.
En el otro lado, gracias a personas con la misma visión de los que crearon las empresas desaparecidas y sin continuidad, hay una nueva raza de empresarios que han sabido generar posiciones de oportunidad para que el capital venga y cree riqueza (retribución a la inversión y creación de puestos de trabajo), porque eso es el futuro. Cuando se planta un grano de maíz se espera tener una planta y su fruto, de lo contrario no se haría. El mercado es libre y, por lo tanto, abierto a todos. Nuevos polígonos han surgido en toda la provincia, no debemos olvidar que además de Villadangos también existen los de Ponferrada, Astorga, Cistierna y León. Ahora viene la lucha por dotar a nuestra provincia de enlaces modales, porque estamos en una situación geográfica privilegiada para ello y por lo tanto hay que seguir luchando por el Corredor Atlántico y por Torneros, pero a la vez vender la situación estratégica de lo que tenemos a posibles inversores. Criticar al que ha sabido crear a partir de una máquina de coser y una bata de casa un imperio textil es sólo de mediocres y la envidia es la comida de los inútiles. Espero que algún día el periódico pueda informar de que la mentalidad de la subvención se ha tornado por la energía de la inversión y el riesgo y, por ende, de la creación de riqueza y futuro.
Las lágrimas que brotan llorando por haber perdido el sol de la riqueza económica pasada nos impiden ver las estrellas del futuro
Ahora que estamos viendo la luz de la salida del túnel de esta pandemia que nos cortó la vida en seco, obligándonos a los titulares mercantiles a dormir con el BOE, hace falta crear esperanza a esos empresarios que han tenido que reinventarse y a los que se vieron obligados a cerrar sus empresas, porque el ser empresario se lleva en el ADN y conlleva una lucha constante y diaria. Con lamentaciones no se alcanzan las metas, se consiguen con el esfuerzo. A los políticos solamente les pedimos una cosa, que no estorben con sus planteamientos de fronteras en la punta de la nariz, pero si les exigimos otra: que han sido elegidos para defender nuestros derechos, no los suyos, y en eso debemos ser intransigentes. Los impuestos deben revertir en la sociedad y una parte es para defender la inversión y la legislación estable que permita a los mercados mirar a una provincia que está en el mapa y se llama León.
DIARIO DE LEÓN ha informado de toda esta historia durante 115 años y les deseamos desde el Colegio Oficial de Titulares Mercantiles de León, que hemos cumplido 102 años de existencia tutelando las empresas y viviendo todos los avatares con ellas, que su historia mediática continúe y pueda informar del resurgir de esta provincia y ciudad, porque otra vez han vuelto a florecer las empresas, tanto pequeñas como grandes y medias, por las avenidas y calles de la ciudad y los polígonos industriales. Ese es nuestro deseo.