Cuidados ‘a la carta’ en el propio hogar

Casi 4.000 personas dependientes o con alguna discapacidad (3.791) —2.294 mujeres y 1.497 hombres— de 883 municipios de Castilla y León han recibido una atención personalizada en sus domicilios, unos cuidados ‘a la carta’ que se adaptan al perfil de los usuarios a través del programa ‘A gusto en casa’ de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades.

En este proyecto coordinado por la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, además de los profesionales de los servicios sociales autonómicos, participa Salud Castilla y León —Sacyl— a través del servicio de Atención Primaria, las entidades del Tercer Sector de atención a personas con discapacidad y las entidades locales tanto provinciales como municipales.

La atención en red es la combinación de los cuidados en el hogar y en centros residenciales y que coloca a la persona y sus preferencias en el centro de todos los procesos y servicios. La iniciativa que se engloba dentro del sistema de atención a la ‘Dependencia 5.0’, cuya clave es el apoyo al sistema de cuidados con productos y soluciones basados en la innovación tecnológica.

La atención en el domicilio es la primera prioridad para evitar la institucionalización de las personas mayores para que puedan seguir desarrollando su proyecto vital en su entorno a pesar de tener reconocido algún grado de dependencia, discapacidad o una enfermedad crónica diagnosticada, aunque precisen de asistencia y apoyo profesional. «La Junta apuesta, cueste lo que cueste, por que estos colectivos puedan continuar disfrutando de su entorno y, además, favoreciendo la mayor autonomía posible, para que puedan continuar realizando, dentro de sus posibilidades, su actividad cotidiana, así como participando en su comunidad», aseguran desde la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades.

Este programa, premiado recientemente por la Fundación Vivofácil a nivel nacional, se ajusta al modelo de atención centrada en la persona para que los profesionales puedan planificar los apoyos sociales y sanitarios necesarios para vivir de acuerdo con sus preferencias.

El objetivo general es transformar la vivienda en un hogar seguro, adaptando las intervenciones tanto personales como materiales al perfil del usuario y a sus necesidades en función de los grados de discapacidad o dependencia y del tipo de enfermedad crónica que padezca.

La Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades diseña servicios ‘a la carta’ aprovechando los centros multiservicios, dando importancia a los cuidados de proximidad a través de programas de promoción de la autonomía personal o de servicios como el de comedor, lavandería, asistente personal o teleasistencia avanzada.

«La persona usuaria siempre va a contar con profesionales de referencia. Uno va a ser el coordinador de su caso, normalmente personal del centro de acción social más cercano, que va a garantizar que los servicios prestados sean los adecuados. Y otro profesional va a ser quien, junto al usuario, va a diseñar su proyecto de vida y adaptar los apoyos necesarios a sus deseos y preferencias».

A partir de ahí y teniendo definidos esos servicios ‘a la carta’, se irán implementando las medidas precisas. Por ejemplo, la coordinación con los servicios sanitarios, que incluye un seguimiento de enfermería programado y asistencia de urgencia. Pero también ayudas técnicas y adaptaciones de la vivienda, como la adaptación de los cuartos de baño o la eliminación de barreras arquitectónicas. Desde que se puso en marcha el programa, ya se han realizado 98 intervenciones en los hogares de los usuarios para procurarles la mayor confortabilidad posible y se han adquirido 2.322 productos de apoyo.

La Junta presta apoyos a su entorno, especialmente a los cuidadores no profesionales, a través de acciones formativas o periodos de descanso, a la vez que promueve las actividades en comunidad del usuario, ya que un elemento clave para mantener o mejorar la calidad de vida de estas personas es continuar participando socialmente y desarrollándose en comunidad.