Las trabas burocráticas, uno de los grandes problemas para el relevo generacional en el campo

Tras la intervención del Consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León, Gerardo Dueñas, el III Congreso de Agroalimentación organizado por el Diario de León sigue adelante con una mesa redonda sobre la ‘Renovación Generacional’ con la participación de Javier Alonso Fierro, presidente de la Comunidad de Regantes del Páramo Bajo de León y Zamora, Silvia Garrido Casado, gerente de Bodegas Pobladura, y Mario Valladares, concejal de Promoción Industrial, Economía, Empleo y Fiestas del Ayuntamiento de Villaquilambre.

Los tres ponentes dejan claro la dificultad de los jóvenes para incorporarse al sector si no hay un antecedente familiar delante. Además denuncian las ingentes trabas burocráticas y normativas que facilitan poco las cosas y la necesidad de la formación y conocimiento del sector.

Javier Alonso defendió que la agricultura “es el motor económico de esta provincia; desgraciadamente casi el último. Yo creo que tiene futuro y las administraciones tienen que apostar por ello.

Más que ayudas económicas deben evitar las trabas administrativas. Yo antes de ser presidente de una comunidad de regantes soy agricultor, productor de alimentos. Los que nos dedicamos a esto es porque apostamos por un modelo de vida más a allá de los servicios. A mí lo que más trabajo me cuesta es la parte administrativa”.

Silvia Garrido pertenece a la tercera generación de una familia dedicada al vino y, tras dedicarse a otros trabajos, “cuando mi padre se jubilaba decidí tomar el relevo”. Afirma que la parte fácil fue contar con los conocimientos del sector a través de la experiencia familiar, “pero toda la parte administrativa es muy complicada, cuando a veces no tenemos ni cobertura de móvil”.

Ambos, Alonso y Garrido, tienen claro que incorporarse al campo desde cero es casi imposible, tanto por lo costoso de las inversiones necesarias como por el conocimiento que requiere el sector.

Por su parte, Mario Valladares compartió las opiniones de los otros dos compañeros de mesa y aseguró que muchas “veces las administraciones no llegamos a los productores y las empresas.

Las trabas administrativas y tecnológicas aumentan las dificultades. Tenemos que estar más cerca de ellos”.

Uno de los déficits que presenta la incorporación al campo es la falta de formación específica, defendieron los tres ponentes. “En León no existe una formación específica para este sector, más allá de una ingeniería. Yo creo que es un error. Hay que hacer algo en este sentido. Yo soy de un pueblo de la montaña y no queda prácticamente gente joven. El relevo generacional no existe.

Si seguimos en esta línea el sector primario tiende a desaparecer y en quedar en manos de grandes empresas. No debemos engañar a nadie. Así que algo habrá que cambiar”, afirmó Valladares.

Alonso también la importancia de la formación y de dar visibilidad al mundo agrario y ganadero. “Quizá los que estamos en esto debemos darle facilidades a quien quiera incorporarse”.

Respecto a la formación aseguró que debe empezar por las escuelas. “Los libros están muy bien, pero el campo se aprende trabajándolo, viviéndolo, con experiencia. A mi me encanta el modelo francés, en el que a los niños se les pone en contacto con el campo. Las administraciones tienen que poner en contacto a los jóvenes interesados en dedicarse al sector primario con los que ya estamos en él”.

No es muy divergente la opinión de Garrido, quien aseguró que en el sector del vino sí existe formación teórica, “pero mi formación concreta y práctica la aprendí en casa, de mi padre”. 

Aun así, todos los participantes en la mesa redonda ven con esperanza un sector que, eso sí, debe cambiar muchas cosas desde las administraciones para que sea atractivo para los jóvenes, para que no quede en manos de las grandes empresas agroalimentarias. “Nosotros, que somos una bodega pequeña ubicada en Pobladura de los Oteros, funcionamos porque lo hacemos todo nosotros. Trabajamos las viñas, hacemos el vino y lo vendemos”, señaló Garrido.

También coincidieron los tres ponentes en la necesidad de defender y hacer viable un sector tan importante para la provincia, porque de perderlo se perderían también los pueblos y su cultura.

“Tenemos el potencial, pero no lo estamos sabiendo gestionar”, concluyó Valladares, lo que suscribieron Alonso y Garrido.