«La nieve es la imagen total. La nieve es la metáfora perfecta del ser»

JOSÉ ENRIQUE MARTÍNEZ

L e comento a Llamas que su libro recoge diez años de poesía, pero que, en realidad, toda tu vida circula unida a la escritura y, concretamente, a la poesía.

-”Toda mi vida circula unida a la supervivencia en su sentido estricto, y la poesía (y la literatura de pensamiento) ha sido esa pasión de juventud inoculada en mí por el maestro Antonio González de Lama, en las clases de filosofía y durante tres años en el seminario, a la edad de 17-18-19 años, y de la que nunca he querido deshacerme. La amistad con los «claraboyos», especialmente con Agustín Delgado, ha sido determinante en mi formación.

-”Si miramos el índice de Armónica de cristal , suponemos que es una selección de siete libros, lo que supondría que la obra escrita es mucho más abundante que la publicada.

1397058884 Armónica de cristal se compone de 7 libros, de los 9 que escribí a partir del año 2000. La totalidad de mi obra escrita no ha sido publicada nunca ni va a serlo ya a estas alturas de mi vida y mis desengaños. Lo que yo considero «imprescindible», lo que podemos considerar «Antología General» circula en Portal de Poesía, de internet, bajo el título de Abedul crepuscular, y lo que está en el cajón, ahí se quedará.

-”Desde los tiempos de Claraboya y el título emblemático de tu poema y tu libro No amanece , de 1984, ha transcurrido un tiempo ya largo. ¿Cómo contemplas desde el presente el camino que ha seguido tu poesía?

-”El camino de mi poesía ha sido el de mi vida, y mi vida siempre ha seguido una estrella de Norte a la que yo he llamado Dignidad. Pero parece ser que aquellos a quienes yo admiro como escritores la tienen en muy alta estima y esto me satisface mucho, cómo no. Desde el «No amanece» ha seguido siempre buscando el cambio que pedía la época, sin fijarse para nada en las llamemos «modas» y «tendencias», pero sin renunciar a experimentar en cada libro nuevos espacios, siempre sin perder de vista el faro de la dignidad.

-”Repaso los títulos, y me gustaría que me explicaras los de tus dos últimos volúmenes, Ruina Montium y Armónica de cristal .

-”Te refieres a mis dos últimas antologías. Ruina Montium (2000) reúne los poemas escritos a mi regreso de Barcelona, en Asturias, y son poemas extremos, de una persona que se considera ya, a partir de los 50, fuera de todo circuito inteligible para las mayorías; y Armónica de cristal reúne los poemas de una persona de 60 años que nunca quiso estar donde estaba la mayoría y que (desconfiando definitivamente de los valores, incluso de los más reconocidos) necesita practicar su arte de una forma casi inmaterial y sin instrumentos, como buscando un sonido únicamente mental.

-”¿Qué supone la naturaleza en tu vida y en tu poesía?

-”El que considero mi mejor poema dice así: Mi cansancio son los abedules. El «Yo» humano, si algo es, es naturaleza. Básicamente somos agua, lo mismo que el planeta tierra. También somos lo que vemos, lo que olemos, lo que respiramos; y el que eso se convierta, o no, en algo consciente y trascendental depende de la autenticidad con la que queramos vivir. Eso lo fui madurando a lo largo de mi larga estancia en Barcelona y al profundizar en la civilización mediterránea. Por eso, cuando, hace 20 años, regresé, lo hice como el Simbad de Cunqueiro, hablando de las islas Catovías y renegando de los vecinos que habían destrozado mi jardín para sembrar calabazo para comer.

-”El fluir temporal me parece el tema esencial de tu último poemario.

-”¿Cómo no? No en vano es casi el tema mediterráneo universal: No nos matarán dos veces en la misma muerte. Es la enseñanza máxima. Yo la aprendí de Platón. Él enseñaba que el hombre siempre tiene a mano la manija de su existencia por medio del artilugio de la muerte que puede darse cuando ya no aguante más. Aquel que no ejerza este derecho, podrá lamentarse todo lo que quiera; pero si vive, si continúa viviendo, es porque aún tiene esperanza, la fatua esperanza de creer en la eternidad. Los «dejados de la mano de Dios» no tememos la muerte y por eso tememos que pase tan rápido esta vida. Somos como los árboles, las plantas y los animales que siempre parecen «estar bien como están». La naturaleza no se suicida nunca; los humanos, sí.

-”Me ha sorprendido el fondo de tristeza, desolación y derrota que respiran los poemas de Armónica de cristal .

-”Tristeza hay, pero muy en el fondo; y desolación también; pero derrota, no. Fíjate que sobre esa tristeza y esa desolación, como un fondo de piedrecillas en una fuente, siempre hay una serpiente enroscada, y encima el agua que hay que beber. Yo no he sido mordido, ni envenenado, pero la serpiente está ahí y no hay nadie dispuesto a meter la mano para sacarla y arrojarla lejos para que los más necesitados podamos beber tranquilos. No soy un derrotado porque no lucho. Yo no lucho; sueño. Pero la historia me enseña que no existen motivos para reír demasiado, y que el discurrir de la humanidad se puede condensar en una constante equivocación.

-”Una imagen persistente es la de la nieve, y me parece que son distintos significados reales o simbólicos.

-”La nieve es la imagen total. La nieve es la metáfora perfecta del ser. Su llegada (a veces en falampos) es la niñez, su base para los juegos es la juventud, su endurecimiento por las heladas es la madurez, y su ruina por la lluvia, el viento o la temperatura, es la vejez. En la nieve soy yo.

-”Por curiosidad, me gustaría conocer los nombres de los poetas que más te han interesado y te interesan y el porqué.

-”Después de Virgilio y Quevedo, Machado, Neruda, Celan y René Char. Virgilio por su actualidad que lo sitúa fuera de todo tiempo y más allá. Quevedo por su «personalidad» y su acidez. Machado por su profunda sencillez. Neruda por su magnificencia. Celan por su dolor. René Char por su dignidad. De los leoneses, Agustín Delgado, tal vez el más poeta, al par que el más completo pensador.

-”Acaso se conozca menos otras actividades tuyas relacionadas con la crítica y la narrativa. En lo que se refiere a la crítica o, si quieres, a la lectura, el Padre Isla es uno de tus referentes fundamentales; sobre él has publicado incluso un libro, muy interesante por cierto, impartido charlas, participado activamente en Congresos-¦

-”Dicen que soy un buen crítico, aunque me gusta, más o menos, todo lo que leo, tal vez porque no me acerco a lo vulgar. Y soy condescendiente. Pienso que muchos libros se salvan por un solo poema, pero se salvan, a mi modo de ver. Mi acercamiento al Padre Isla tuvo un motivo meramente circunstancial: el de haber nacido ambos en Vidanes; pero cinco años antes del tercer centenario de su nacimiento (2003) decidí adentrarme a fondo en su obra y se produjo el deslumbramiento. Pienso, sinceramente, que estamos ante uno de los personajes y escritores de más relieve del siglo XVIII español. El libro Padre Isla que estás en destierro salió en edición no venal, agotada ya, y pasó desapercibido, y, sinceramente, entiendo que se trata de un libro que debiera estar en todos los colegios y bibliotecas de León.

El espacio limita esta conversación, muy interesante. Queda en pie, para otra ocasión, la referencia a su obra narrativa y ensayística. Y a esa novela en la que lleva empeñado media docena de años.