Revistas m.e.l.
CLIJ
Número 239, Enero-Febrero 2011
Interesantísima como siempre la nueva entrega de los Cuadernos de Literatura Infantil y Juvenil , subrayamos en esta ocasión tres temas. Por una parte, el Estudio que, firmado por Francisca Sánchez Pinilla, se titula Modernidad y vanguardia. Nuestras escritores infantiles . En él se afirma que la presencia de la mujer en la literatura española de principios del siglo XX vino en gran parte de la mano de la literatura infantil. Un territorio entonces apenas explorado, en el que destacaron una amplia nómina de autoras -”toda una generación-”, ocultas tras el protagonismo masculino de la vanguardia artística española. Aun así, reducidas a ese segundo plano, la autora de este artículo reivindica la importancia de su contribución a la profunda renovación de las letras españolas y su papel de fundadoras de una nueva literatura infantil. Enrique Páez y Beatriz Montero, por su parte, hablan en la sección «En teoría» sobre La Red Internacional de Cuentacuentos (RIC) .
En 2009, un grupo de cuentacuentos convencidos de que los cuentos son un patrimonio inmaterial de la humanidad, crearon la Red Internacional de Cuentacuentos, que hoy agrupa a más de 700 profesionales de 43 países de los cinco continentes. Entre sus objetivos están la investigación, la recuperación del legado oral y la animación de la lectura. Por último, y siguiendo con los cuentos, subrayamos el «Estudio» Los dones de los cuentos (5) , de Paco Abril: en esta quinta entrega, reflexiona sobre dos nuevos regalos de las ficciones, el don de la imaginación y del don de la fuga . Realiza una síntesis de la prodigiosa capacidad humana de imaginar, y elabora una interesante distinción entre imaginación restrictiva e imaginación expansiva, así como entre imaginación y fantasía. Analiza en la segunda parte otro don, el de la fuga, tan necesario para escaparse de una cotidianidad demasiadas veces, sobre todo para los niños y niñas, anodina, aburrida y hasta agobiante. Gracias a este don pueden, podemos, separarnos, aunque solo sea por momentos oxigenantes, de esta realidad tantas veces opresiva.