LAIA FÀBREGAS. NOVELISTA
«En todos mis personajes puede haber algo de mí»
Laia Fàbregas (Barcelona, 1973) llegó a Holanda a completar sus estudios de diseño arquitectónico. Y, entre otras cosas, escribió, en holandés, su primera novela: La niña de los nueve dedos recibió el elogio de la críti
-”«Murió durante el aterrizaje». Así de primeras ya desaparece uno de los protagonistas, ¿no pensó que a pesar del innegable gancho que supone esa primera frase, alguien podría echarse atrás de seguir leyendo? Al fin y al cabo parece que ya se sabe el final.
-”Empecé a escribir esta historia a partir de esa primera frase. Se me ocurrió la frase ya antes de saber que quien moría era uno de los protagonistas. Simplemente tenía la frase y me pregunté: ¿quién es esta persona que muere durante el aterrizaje? Y ¿quién es el personaje que lo dice? Para mí, en ese momento, no era relevante si ya se sabía el final o no, para mí, entonces empezó un proceso de descubrir e imaginar quién eran esos dos personajes.
-”¿De dónde salen un abuelo extremeño emigrante y una joven trabajadora de Hacienda, cómo encuentra ese punto de conexión entre dos personajes tan alejados?
-”Me apetecía hacer un experimento a dos lenguas, intercalar el holandés y el español a través de dos personajes que explicaran historias distintas pero con puntos de conexión. Ya no recuerdo qué vino primero, si la primera frase, o la idea de escribir a dos lenguas, pero esos dos elementos fueron los que me llevaron a escribir esta historia. Lo de la emigración vino porque un día estaba comiendo en Madrid con una amiga joyera y un artesano extremeño que cuando le conté que yo vivía en Holanda, él me contó que en los años 60 muchos chicos de su pueblo se fueron a Holanda a trabajar, y me contó anécdotas sobre las cosas que cada verano les llegaban de Holanda a través de estos jóvenes emigrantes. A partir de esa conversación empecé a buscar información sobre la emigración española de los años 60 y descubrí la relación de la empresa holandesa Philips con Extremadura. De allí vino el personaje de Él, que hablaría en castellano para explicar su historia.
-˜Ella-™ se me ocurrió como contrapunto, -˜Ella-™ era la persona que dijo la primera frase (que se me ocurrió en holandés), y quizás la hice joven y mujer para alejarla mucho más de él. A partir de ahí empecé a escribir sin saber hacia dónde iría la historia.
-”El desgarrador mundo interior de Ella contrasta con la sencillez de Él, ¿era necesario para entender mejor a uno y otro?
-”Esto es algo que no me planteé de esa forma durante el desarrollo del libro, pero sí quería que se tratara de personajes distintos, que vivieran realidades muy distintas, aunque en algunos momentos pudieran tener pensamientos parecidos o llegar a conclusiones afines.
-”En una especie de epílogo cuenta cómo se documentó para la parte donde habla del exilio español, pero ¿por qué precisamente esa época de España, y en Extremadura?
-”Lo curioso de la emigración española me pareció el hecho de que estaba totalmente organizada. El gobierno de Franco pactaba con las empresas extranjeras y les asignaba una región de España para buscar sus trabajadores. Resulta que a Philips, una de las empresas más reconocibles, grandes e internacionales de Holanda, le asignaron Extremadura. Por eso precisamente la historia transcurre allí.
-”Sin ser protagonista, Willemien es un personaje que va tomando páginas y páginas hasta convertirse en indispensable para conocerle a Él. ¿Estaba planeado que ocupara tanto, o al desarrollar su personalidad en el relato ella misma se apropió de más espacio del pensado inicialmente?
-”Yo no planeo las historias, me van saliendo mientras escribo. Willemien fue en un principio la excusa para hablar de la Holanda de los años 60 y 70, vista desde el punto de vista holandés. Más tarde fue tomando importancia en la historia, como parte de la vida de Él y como conexión con el arte y la creación.
-”El arte, la plasticidad es un elemento fundamental en la historia de ambos personajes. ¿No choca un poco, entre tanta introspección, esa explosión de imaginación que tienen Willemien o Jenny?
-”La verdad es que no me había planteado esta contradicción, pero pensándolo ahora, creo que el arte nos ayuda a salir de la introspección. En el caso de Willemien se trata de un refugio propio, un lugar donde ella controla las cosas, en contraposición a su vida adolescente y joven controlada por sus padres y a su vida adulta controlada por una enfermedad. En el caso de Jenny se trata de una forma de conectar con Ella a través de un personaje externo, Jenny, que le incita a pensar fuera de sus problemas e introspecciones.
-”Es maravillosa la forma en que se van hilando las pequeñas correspondencias entre los dos personajes, con frases, pensamientos o encuentros, pero sin duda es la presencia de tantos «ángeles» lo que resulta más conmovedor. ¿Cree que todos tenemos uno que nos salva cuando más lo necesitamos, como ellos?
-”Creo que en algún momento de nuestras vidas, muchos de nosotros necesitamos pensar que es así.
-”Es curioso cómo Él, que ha vivido en lugares tan diferentes, no parece desarraigado, mientras que Ella no termina de encontrar su sitio en el propio país que la vio nacer. ¿Usted también cree, como Roberto el revisor, que «las raíces están en uno mismo y arraigan allí donde se llega»?
-”Claro, el desarraigo es un sentimiento interior que depende de las posibilidades de cada uno de adaptarse a los lugares. Pero esto también se puede aplicar a las situaciones, a adaptarse a lo que a uno le pasa, aunque siempre esté en el mismo lugar. Ella no ha podido adaptarse a lo que ha quedado de su vida después de un trauma. Él se ha adaptado allí a donde ha ido, por pura necesidad.
-”Ha triunfado en un idioma que no es el suyo, y está considerada uno de los valores en alza de la literatura holandesa. Pero es catalana y ha vivido allí la mayor parte de su vida. Ni de allí ni de aquí. ¿Es un poco Él y un poco Ella?
-”En todos mis personajes puede haber algo de mí. En este caso hay tanto de mí en Él, como en Ella, como en Willemien. Yo soy de aquí y de allí a la vez. Claro que soy menos holandesa, pero sigo en contacto con ese país, sigo hablando y escribiendo en holandés y cuando estoy allí sigo sintiendo que es parte de mí, igual que cuando estoy aquí, sé que es de aquí de donde provengo.